Según informó UCLA en un comunicado, 119 estudiantes y ocho miembros de la facultad no habían podido demostrar su inmunización
Cerca de 300 estudiantes de dos universidades de Los Ángeles fueron puestos en cuarentena por el riesgo de haber sido contagiados de sarampión, enfermedad que vive un brote con un número de casos récord en el país desde el año 2000.
Ante la notificación este jueves del Departamento de Salud Pública del Condado de Los Ángeles de que un estudiante de la Universidad de California Los Ángeles (UCLA) había sido infectado de sarampión, el centro pidió a aquellos que pudieron haber tenido contacto con el alumno que mostraran pruebas de vacunación.
Según informó UCLA en un comunicado, 119 estudiantes y ocho miembros de la facultad no habían podido demostrar su inmunización, por lo que la universidad los declaró en cuarentena y les pidió que permanecieran en sus residencias.
En la Universidad Estatal de California Los Ángeles (CSLA), por su parte, 156 personas fueron declarados en cuarentena luego de que no pudieron presentar su registro de vacunación contra el sarampión, informó el centro.
El condado de Los Ángeles confirmó el pasado lunes un brote de sarampión por viajeros internacionales con cinco casos comprobados, incluyendo estudiantes de UCLA y CSLA, lo que llevó a pedir las vacunaciones a aquellas personas que pudieron haber estado en contacto con ellas.
En la noche de este jueves, según una actualización dada por el centro educativo, la universidad había liberado de la orden de cuarentena a 43 estudiantes y 2 miembros de su personal, con lo cual el número total en cuarentena afecta a 82 personas.
"Se espera que la cuarentena dure entre 24 y 48 horas para la mayoría las personas identificadas, hasta que se pueda establecer una prueba de inmunización", informó la universidad en un comunicado.
"El condado de Los Ángeles está trabajando muy de cerca con CSLA y UCLA para establecer una serie de medidas que limiten la diseminación del contagio", señaló en un comunicado enviado este viernes a Efe la supervisora del condado Hilda Solís.
Esta semana, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) reportaron 695 casos de sarampión en 22 estados del país, el número más alto informado desde que la infección fuera declarada erradicada del país en el año 2000.
Cuestionado sobre esta situación, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo este viernes que "tienen que recibir las vacunas. Las vacunas son muy importantes".
Con esta declaración, modificó su posición con relación a la que mantuvo en un debate presidencial en 2015 en el que sugirió que podría haber alguna relación entre las vacunas y el autismo.
Previamente, en marzo de 2014, Trump aseguró en un tuit que "un niño pequeño sano va al médico, recibe una inyección masiva de muchas vacunas, no se siente bien y cambia: AUTISMO. Muchos de esos casos!".