El Debate de Política General celebrado ayer en Les Corts Valencianes estuvo marcado por las acusaciones de corrupción por el caso Gürtel lanzadas al Gobierno de Francisco Camps por la oposición, de las que el presidente de la Generalitat se ha defendido tras anunciar una rebaja fiscal para las familias.

La sesión matinal contó con un gran seguimiento mediático ya que se trataba de la primera ocasión en que Camps acudía al Parlamento valenciano junto a su número dos en el PP, Ricardo Costa, tras las últimas noticias e informes policiales que apuntan a una posible financiación irregular de este partido por parte de la trama corrupta de empresas dirigida por Francisco Correa.

Sin embargo, en su discurso institucional sobre el estado de la Comunitat Valenciana, Camps eludió referirse a este asunto y no fue hasta el turno de réplicas al portavoz socialista, Ángel Luna, cuando se refirió al caso Gürtel para remarcar que tiene la conciencia “muy tranquila” porque cumple “la ley”.

“El Tribunal Superior de Justicia –de la Comunitat Valenciana– archivó el caso y el PP arrasó en las elecciones europeas”, por lo que, “pese a su enfado, ni los jueces ni los ciudadanos han dado la razón” a los socialistas, señaló Camps, quien fue interrumpido medio centenar de veces por los aplausos de su grupo y recibió abrazos y felicitaciones de numerosos diputados del PP.

Respecto a las elecciones autonómicas cuya convocatoria anticipada reclama el PSPV, Camps está “seguro” de que las volvería a ganar y “ampliaría su mayoría claramente”, si bien debe cumplir su compromiso de cuatro años para garantizar que “los problemas y complejos” del PSPV no se sitúen “por delante de los intereses de los ciudadanos”.

Además, según zanjó, cuenta con el apoyo de la dirección nacional de su partido, que ve en el PPCV “una fuente de buenas prácticas y de buen gobierno”.

Previamente, Luna señaló que el caso Gürtel ha provocado el “colapso político e institucional” de la Generalitat, que ha “eliminado” el sistema de fiscalización pública para que los ciudadanos “no sepan lo que está pasando” y llama “traidores y rastreros” a los que disienten.

La trama, en su opinión, ha generado una situación “políticamente insostenible” tras haber quedado “demostrado” que “no eran sólo tres trajes”, sino un “fenómeno de corrupción generalizada” en el Gobierno valenciano que “no puede quedar sin respuesta”.

Camps, según Luna, es el “máximo responsable de esta situación”, porque autorizó la contratación de Orange Market “en todas las Consellerias” y porque “mintió” al negar que conocía a Álvaro Pérez (El Bigotes).