El ex primer ministro conservador británico David Cameron ha revelado en sus memorias que el actual jefe del Gobierno, Boris Johnson, "no creía" en el "brexit" y solo abanderó esa opción en el referéndum de 2016 para "impulsar su carrera política".
Cameron se despacha con varios de sus antiguos colegas en su libro autobiográfico "For the record", que saldrá a la venta el 19 de septiembre en el Reino Unido y del que hoy publica extractos el periódico "The Sunday Times".
En febrero de 2016, cuando aún era alcalde de Londres, Johnson anunció por sorpresa que defendería la salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE) en la campaña del plebiscito que se celebró el 23 de junio de ese año, en contra de la posición oficial del Ejecutivo.
Según Cameron, su excompañero de estudios y eterno rival, que había expresado indecisión y dudas sobre la viabilidad del "brexit", al final decidió apoyarlo para convertirse en "el favorito" dentro del euroescéptico Partido Conservador, presuntamente con aspiraciones a liderarlo.
Las cuestiones de soberanía que planteaba la salida de la UE "eran secundarias a su principal preocupación: ¿cuál era el mejor resultado para él?", escribe quien fuera primer ministro entre 2010 y 2016.
"La conclusión a la que llego es que se arriesgó a un desenlace en el que no creía porque ayudaría a su carrera política", asevera.
Cameron acusa asimismo de "deslealtad" a su ministro y amigo cercano Michael Gove -hoy encargado de los preparativos para una salida sin acuerdo-, que se convirtió "en embajador de la era del populismo de verdades tergiversadas" al hacer afirmaciones falsas durante la campaña.
Era "una guerra abierta" dentro del Partido Conservador, señala Cameron, que asegura no obstante que él no hizo mal al convocar el divisorio referéndum, puesto que era una cuestión que había de "abordarse".
El exdirigente "tory" confiesa que el inesperado resultado favorable a la retirada de la UE le hizo sentirse "profundamente deprimido" y se disculpó personalmente ante otros líderes, entre ellos la alemana Angela Merkel y el estadounidense Barack Obama.
También dice que se arrepiente de no haber atacado más durante la campaña la credibilidad de Johnson y Gove, tal como le aconsejaba el entonces ministro de Economía, su amigo George Osborne, actual director del periódico londinense "Evening Standard".