El Gobierno español ha activado todos los resortes diplomáticos a su alcance para tratar de resolver lo antes posible el secuestro de tres cooperantes catalanes en Mauritania, acto que podría ser obra del grupo terrorista Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI).
Mientras la diplomacia española trabaja para resolver el problema, el director de la ONG Barcelona-Acció Solidaria, Francesc Osan, a la que pertenecen los secuestrados, ha expresado su esperanza de que los acontecimientos acaben “bien”
Osan anunció que entre la pasada noche y hoy los miembros de esta ONG decidirán si continúan o abandonan la caravana solidaria por este año “en función de la moral de la gente”.
Desde que se tuvo noticia del secuestro, la noche del domingo, llevado a cabo a unos 150 kilómetros de Nuakchot, capital del país, el Ejecutivo se mantiene en contacto con las autoridades mauritanas, con las de Mali y con familiares de los secuestrados y de la ONG que organizó el viaje, Barcelona-Acció Solidària.
Entre estos contactos, destaca la conversación del Ministro de Exteriores, Miguel Angel Moratinos, con el presidente de Mauritania, Mohamed Uld Abdelaziz, que ha garantizado toda la colaboración para localizar a los tres secuestrados.
También el gobierno catalán ha intensificado las gestiones al más alto nivel para tratar de conseguir una “resolución positiva” del secuestro y ha puesto en marcha “un dispositivo de emergencia” para coordinar sus esfuerzos, informó la Generalitat.
Desde Bruselas, el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha asegurado que “todo apunta” a que el secuestro ha sido obra del grupo islamista radical Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI), que ya ha actuado antes en esa zona buscando como objetivos a cooperantes europeos o norteamericanos.
Los tres cooperantes secuestrados son el director de las empresas Tabasa y Túneles del Cadí, Albert Vilalta, el empresario del sector de la construcción Roque Pascual y la funcionaria judicial Alicia Gámez, informaron fuentes de su entorno profesional.
El secuestro de los tres cooperantes se produjo cuando transportaban material de ayuda en un convoy formado por trece vehículos que se dirigía a Dakar, la capital de Senegal.
El Ejército mauritano ha establecido como su máxima prioridad impedir que los presuntos terroristas consigan escapar a través del desierto a otro país vecino, principalmente Mali.
Fuentes de seguridad en Nuadibú, segunda ciudad en importancia de Mauritania, señalaron a Efe que unidades militares se han desplazado desde esta ciudad, la más importante del norte del país, para rodear a los secuestradores e impedir su fuga.
Para ello, el Gobierno español ha ofrecido a Mauritania aviones y helicópteros de la Guardia Civil que trabajan en el país africano en el control de la inmigración ilegal para participar en el dispositivo de búsqueda.
El director de la ONG Barcelona-Acció Solidària explicó que la zona de Mauritania donde se ha producido el secuestro es “una carretera muy transitada” y “teóricamente muy segura”.
Según el relato que hicieron el resto de cooperantes de la expedición, la caravana avanzaba en la formación habitual, con los camiones que llevaban todo el material en medio de la fila y los dos vehículos ligeros en los extremos, cuando el último vehículo fue asaltado. “A unos 150 kilómetros de Nuakchot reciben señales por la emisora diciendo que paren, que les están disparando”, asegura Osan.
Cuando el vehículo de delante, situado a unos 300 metros, dio la vuelta para ver qué ocurría, se encontró el coche asaltado con las puertas abiertas, en medio de la carretera, aunque con el material que transportaban sin tocar.
El Ministerio de Exteriores advierte, en sus recomendaciones para viajar a Mauritania, de la “situación de amenaza terrorista con alto riesgo de eventuales atentados y secuestros” en este país africano, pero no sitúa como zona especialmente peligrosa la carretera donde han sido secuestrados los tres cooperantes españoles.