La población alemana prácticamente se estancó en 2020 y a finales de año se situaba en 83,2 millones de habitantes, 12.000 menos que en 2019, después de aumentar de forma continuada desde 2011, cuando el país contaba con 80,3 millones, según datos provisionales que publica hoy la Oficina Federal de Estadística (Destatis).
Este estancamiento en 2020, año caracterizado por la pandemia del coronavirus, se debe a dos factores: por un lado, a un importante descenso de la inmigración neta, y por otro, a un aumento de muertes frente a un ligero descenso de nacimientos, precisa el comunicado.
Así, la inmigración neta -la diferencia entre inmigrantes y emigrantes- cayó de 294.000 en 2019 a 209.000 en 2020, mientras que el crecimiento vegetativo negativo aumentó de 161.000 a 212.000 más muertes que nacimientos.
De esta manera, aunque la menor inmigración neta logró no obstante equilibrar el déficit de alumbramientos, fue insuficiente para traducirse en un aumento de la población.
En tanto, y a pesar del exceso de mortalidad en relación con la pandemia del coronavirus, la cifra de ancianos de 80 años y más creció en un año en un 4,5 % o en 255.000 hasta los 5,9 millones.
También la cifra de ciudadanos entre 60 y 79 años creció en 2020 en términos interanuales en un 0,5 % o 96.000 hasta los 18,2 millones.
Por contra, la población entre 20 y 59 año retrocedió un 0,4 % -367.000 personas-, y se situaba a finales de 2020 en alrededor de 43,7 millones.
El número de niños y jóvenes menores de 20 años apenas cambió y con 4.000 personas más representaban 15,3 millones.
En tanto, la edad media de la población aumentó en 2020 en 0,1 a 44,6 años.
