La celebración de la XII Edición de la Feria del Queso de Villaluenga iba a ser especial porque,
en un tiempo récord, el evento acababa de conseguir la
declaración de Acontecimiento de Interés Turístico de Andalucía por parte de la Administración autonómica.
Iniciado en noviembre de 2019, el expediente se resolvió el pasado 9 de marzo con un reconocimiento que, en palabras del alcalde de la pequeña localidad serrana, el socialista Alfonso Moscoso,
“es un orgullo” para el municipio y para un sector económico local que suma cifras récords en la generación de empleo y comercialización: el pueblo cuenta con seis fábricas que dan trabajo a 52 personas y producen unos
400.000 kilos al año, el 40% del total de la provincia de Cádiz, con un volumen de
venta anual de en torno a los seis millones de euros.
Prevista para los próximos días 3, 4 y 5 de abril, la feria no tendrá lugar por la crisis sanitaria, pero Moscoso confía en que pueda hacerse pronto. No concreta fechas, pero se mantendrá en 2020, “en la medida de las posibilidades”.
Todo estaba perfectamente organizado. Como en anteriores ocasiones, se prevía la instalación de hasta
una treintena de empresas de toda Andalucía que ofertarían
un centenar de variedades diferentes del producto.
No caben más expositores. Villaluenga es el pueblo con menos población, apenas 500, y acoge durante las jornadas en las que se desarrolla la feria, con un extenso programa de actividades, con festejo taurino incluido,
hasta a 25.000 personas. Los empresarios locales tienen plaza fija; los de Jaén, Almería y Granada, también, porque son pocos; el resto de plazas se turnan entre los provinientes del resto de provincias, incluyendo Cádiz.
La Junta ha subrayado, al margen de su interés empresarial, con un volumen de venta de
400.000 kilos de queso por valor de medio millón de euros, “la especial importancia de la feria como recurso turístico andaluz”. Y concreta: pone de relieve la riqueza, variedad y singularidad del patrimonio andaluz, contribuyendo al desarrollo de los valores propios y de tradición popular que conforman la imagen turística de Andalucía”. A partir de ahora,
la feria será objeto de una específica labor promocional por parte de la Consejería de Turismo.
El Ayuntamiento, por su parte, se obliga, entre otras cosas, “a
contribuir con la buena imagen turística de Andalucía, a favorecer la eliminación de estereotipos de género o proteger los recursos y valores medioambientales de la zona asociada a la declaración”.
Moscoso se muestra seguro de que el reconocimiento
“servirá para atraer a más visitantes aún” y añade prestigio a una cita que acoge, igualmente, un concurso autonómico que ya es referente. El primer edil recuerda que la primera edición, celebrada entonces en el puente del 28F, ya fue un éxito, con unas 8.000 personas en el pueblo “pese a que caía una manta de agua”. La consolidación de la cita se ha producido a una velocidad vertiginosa.
“Es fruto del trabajo durante estos años de nuestros queseros y ganaderos”, concluye orgulloso.