Cuatro menores, alumnos del Colegio de Educación Infantil y Primaria Nuestra Señora del Carmen de Dúrcal (Granada), han tenido que recibir atención hospitalaria después de ingerir unas pastillas, aparentemente del abuelo y para problemas de corazón, que un compañero había repartido durante el recreo.
Fuentes de la Delegación en Granada de la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía han informado hoy a Efe de que los hechos tuvieron lugar el pasado jueves, cuando un alumno de primer curso de Primaria comenzó a vomitar tras el recreo.
La maestra atendió al menor e hizo averiguaciones para conocer qué había ocurrido y pudo saber entonces que un alumno de ese curso había repartió unas pastillas traídas de casa, aparentemente del abuelo y para problemas de corazón, a cuatro compañeros.
Advertida la dirección del centro, se alertó al Centro de Salud de Dúrcal, al que informaron de lo ocurrido y del nombre de las pastillas, han detallado las fuentes.
Desde este centro de salud advirtieron de la importancia de acudir al hospital para practicar una observación de los niños y, en su caso, un lavado de estómago.
La dirección avisó entonces a los padres, quienes trasladaron a sus hijos a diversos centros hospitalarios de Granada.
Los facultativos tomaron las medidas oportunas, dejaron a los niños en observación y midieron sus niveles de toxicidad, según han indicado las fuentes de Educación, que han añadido que cuando estos han vuelto a niveles normales, los niños han vuelto a sus casas.
A última hora de ayer viernes, todavía quedaba un niño a la espera de que sus niveles de toxicidad bajaran a un rango aceptable, aunque su situación no reviste gravedad.
La dirección del centro y la tutora visitaron el jueves por la noche a los alumnos afectados en los diversos centros hospitalarios y en la mañana de ayer se reunió a todos los padres y madres del curso para informarles puntualmente de lo acontecido, un suceso que adelanta hoy el diario Ideal.
Desde la Delegación de Educación han señalado que la dirección del centro escolar actuó correctamente y con la premura necesaria en todo momento, protegió la salud de los niños y evitó males mayores, y han indicado que los padres y madres han sido debida y verazmente informados de lo acontecido.
