La plataforma sindical de la prisión de Albolote (Granada) ha condenado la "brutal agresión" en la tarde del jueves a tres funcionarios por parte de un interno del módulo de aislamiento, departamento destinado a internos peligrosos que, según afirman, está en la actualidad "al máximo de su capacidad".
Según relatan los sindicatos en una nota, el incidente se produjo cuando el interno que se encontraba disfrutando de su tiempo de patio requirió la presencia de los funcionarios y, "sin mediar palabra, se abalanzó sobre uno de ellos golpeándole en reiteradas ocasiones en la cara y cabeza, de una forma tan brutal que a consecuencia de los puñetazos empezó a sangrar".
Al intentar reducir al interno, los otros funcionarios recibieron puñetazos, patadas e incluso bocados; tras lo que a uno de ellos "se le tuvo que inmovilizar un brazo, además de recibir varios golpes por el cuerpo", mientras que otro trabajador "tuvo que ser atendido con fuertes dolores en la parte de las costillas".
El interno tiene un perfil "altamente conflictivo y violento, con un historial de agresiones a otros internos y personal penitenciario".
Los funcionarios fueron atendidos por los servicios médicos de la prisión y dos de ellos tuvieron que abandonar su puesto de trabajo para ser asistidos en el servicio de Urgencias de un centro hospitalario.
A juicio de los sindicatos, ésta y el resto de las agresiones registradas en los últimos tiempos "no hacen más que demostrar la desoladora y deplorable situación del Centro Penitenciario de Albolote", al tiempo que han lamentado que la Administración haya excluido del protocolo contra las agresiones "a los funcionarios del Estado que soportan más del 60 por ciento de las agresiones que se producen".
Reprochan a Instituciones Penitenciarias y a la Dirección que se limiten "a negar el alto grado de conflictividad del Centro --que achacan al alto hacinamiento y la falta de personal-- sin tomar ninguna clase de medida que atenúe esta situación".
Subrayan que la de Albolote es la primera prisión de Andalucía en número de internos y la segunda de España, con un aumento de internos muy peligrosos y con enfermedades mentales, pese a "la falta de medios para atenderlos", por lo que han anunciado acciones de presión.