El hombre acusado de matar a tiros a su mujer en plena calle en Guadahortuna (Granada) ha asegurado ante el jurado popular que lo juzga desde este lunes en la Audiencia de Granada que el día de los hechos, el 16 de junio de 2018, había bebido y que disparó al ver "bichos", como unas "hormigas gigantes".
Fernando Q.P., que se enfrenta a una petición fiscal de 28 años de prisión por delitos de asesinato y tenencia ilícita de armas, ha explicado que, estando en casa de su madre, oyó voces en la calle, pensó que podría tratarse de una pelea, cogió un arma y, tras encontrarse con parte de su familia, tuvo que abatir a las hormigas.
"Eran grandes, marrones, con las orejas y los dientes muy largos", ha indicado en su versión el procesado, de 54 años y albañil de profesión, quien ha admitido que ese día había bebido previamente "un litro de whisky" y ha añadido que vio cómo esos supuestos "bichos" se abalanzaban hacía él y les disparó.
El acusado, que llevaba unos 25 años casado y tenía tres hijos con la víctima, ha señalado que tenía una relación "regular" con su mujer y que solían discutir porque él bebía, motivo por el que ella decidió echarlo de casa, aunque desconoce por qué ella querría separarse porque, ha añadido, la quería y la trataba "con respeto".
Respecto a la tenencia del arma, ha asegurado que había encontrado la pistola meses antes en el barrio granadino de Almanjáyar y que la guardaba en casa de su madre: "Cogí el arma por buscarme una ruina, como la busqué", ha sentenciado.
En su intervención inicial, la Fiscalía, que pide para el procesado 28 años de prisión y que ha pedido al jurado que no se deje manipular durante el juicio, ha recalcado la actitud "machista" del acusado, que tenía "facultades plenas" y "sabía lo que estaba haciendo".
Por su parte, la letrada de la acusación particular, que representa a la familia de la víctima, también ha resaltado durante el juicio -en el que la Junta de Andalucía ejerce la acusación popular- el carácter "machista y posesivo" de Fernando Q.P., y ha enmarcado el crimen en una forma de "castigar" a su mujer después de que esta decidiera romper su relación.
Finalmente, la defensa sostiene que el acusado padecía problemas con la bebida, que quería que su mujer lo perdonase y lo dejase volver al domicilio conyugal, y que el día de los hechos habría actuado bajo un estado de "arrebato y obcecación".
Durante la primera jornada de la vista oral, a la que han acudido algunos familiares de la víctima, el magistrado presidente del tribunal del jurado ha pedido a uno de los asistentes que abandonara la sala cuando ha comenzado a llorar y ha dicho que, si alguien no puede "soportar" el juicio, no debería entrar a la misma.
Previamente, a las puertas de la Audiencia, el acusado ha sido increpado a su llegada por varias personas del entorno de la víctima, algunas de las cuales han llegado a ser reducidas e identificadas por los agentes presentes.
El juicio, señalado para esta semana en la Sección Segunda de la Audiencia de Granada y que ha comenzado una vez conformado el jurado popular compuesto por nueve hombres y mujeres que deberán emitir al término un veredicto de culpabilidad o no culpabilidad, continuará este martes con diferentes pruebas testificales.