Finalmente no habrá huelga de basuras en Ronda durante la semana grande de la Feria de Pedro Romero. Aún así, el paro se ha salvado in extremis y, según ha podido saber RONDA SEMANAL, pese al preacuerdo entre el Ayuntamiento y los trabajadores, sigue reinando un ambiente de descontento en la empresa. Fuentes de los trabajadores han indicado que cualquier pequeña mecha que se encienda pueda acabar haciendo explotar el acuerdo, hastiados los empleados de la empresa de haberse convertido en uno de los muchos chivos expiatorios del nuevo equipo de Gobierno, contra lo que ocurre en otras empresas públicas.
En Soliarsa, PP y PA han estado a punto de encontrar un grave problema. Los malos modos de un equipo de Gobierno que no ha parado de buscar problemas desde que llegó al poder hace ya más de un año, han estado a punto de costar este vez a la ciudad un daño irreparable en su imagen. Y no podemos decir sino que se ha tensado la cuerda demasido. La pregunta es sencilla: ¿No pudo, acaso, haberse alcanzado este acuerdo a principios de año? ¿Por qué ha habido que esperar hasta ahora? Se entendería, sin dudas, si los trabajadores hubieran cambiado de opinión, pero no lo han hecho. Vienen reclamando lo mismo desde que comenzó el año, y el PP, con el apoyo del PA, ha tensado demasiado la cuerda. Tanto que, como apuntábamos, el conflicto no está ni mucho menos cerrado en una empresa donde los ánimos están “muy caldeados”, decía a RONDA SEMANAL un trabajador.
Y al final, para colmo de males, fue el PA quien puso el cascabel al gato. Tuvo que ser Isabel Barriga quien alcanzara el preacuerdo tras que el PP apartara de la negociación a la polémica María del Carmen Martínez para poner en su lugar a un Antonio Arenas que no acudió a negociar al estar de vacaciones. Resulta, cuanto menos, kafkiano. ¿Es eso todo lo que el PP tiene para la ciudad? ¿Es eso todo lo que prometían?
Dicen que la alcaldesa no da puntada sin hilo, y que el otoño, pese a todo, puede ser duro para Soliarsa. Los trabajadores tendrán que vigilar que no exista otra vendetta de Fernández tras salvar la imagen de la Feria.