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Ronda

A la espera de un desahucio tras pagar 18 años de hipoteca

Francisco es un rondeño al que su banco, Unicaja, le ha comunicado que ejecutará el desahucio de su casa. Denuncia que la entidad se niega a renegociar la deuda y que todo lo que paga son intereses

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  • Francisco vive en la calle Azucena -

Francisco trabajó buena parte de su vida como cocinero. Y pagó religiosamente su hipoteca. Un préstamo que solicitó hace más de 18 años al banco tras que adquiriera un viejo solar de la calle Azucena que reformó y convirtió en la vivienda en que formaría su familia. Junto a su mujer tuvo una hija que ahora tiene 17 años. Como otros tantos españoles, sufrió en primera persona el azote del paro. Y esa situación le llevó a toparse con su banco quien, tras diversos impagos, ya le ha comunicado oficialmente que ejecutará el desahucio de su casa. Tan sólo le quedaban por pagar 7 años, unos 35.000 euros, según estima el propio Francisco.
Su caso es una de esas historias tipo de cliente mal avenido con su entidad. Una entidad que, denuncia, se niega a negociar. Es Unicaja, “la antigua Caja de Ronda, de quien esperábamos un comportamiento mucho más humano”, protesta nuestro protagonista, que pasa los días intentando averiguar por qué el dinero que mensualmente ingresa en el banco, la mayor parte de las veces por el importe completo de cada una de las letras, sólo sirve para pagar intereses. Y es que, denuncia, al no tener el dinero suficiente para pagar de una vez todos los intereses de demora y utilizarse el dinero que ingresa para hacer frente a ellos, en vez de para saldar deudas, el problema nunca tendrá fin, y la bola será cada vez mayor al ser una especie de pescadilla que se muerde la cola: “Hacen con nuestro poco dinero lo que quieren, y no podemos defendernos. Yo no estoy pidiendo que me regalen nada, sólo quiero que los bancos sean más sociales”, reclama este hombre que apenas ingresa en su casa unos 400 euros al mes y se busca la vida para comer, pagar algunos recibos y hacer frente a una hipoteca mensual de 420 euros.
Francisco ha llamado al 15M. Les ha pedido auxilio. Y tiene esperanzas: “Yo no quiero dejar de pagar, porque no entiendo que nadie pueda robar a nadie. Pero que el banco tampoco nos robe a nosotros. Que te quiten la casa y encima te hagan seguir pagando es una horca. Es preferible morirse a seguir viviendo”, relata afectado.
Francisco se despide, cerrando la cancela de su casa. No tiene adonde ir. Y sólo dice pensar en el futuro que le espera a su hija. Y el suyo, un caso ahora con nombre y una historia detrás, es el de otras 200 familias que están a punto de ser desahuciadas en Ronda. El 15M estima que 100 familias han perdido su casa en la ciudad desde que comenzó la crisis. Una crisis que amenaza con devorarlo todo y ante cuyos efectos no parece haber ningún remedio. El 15M denuncia que en Ronda, entretanto, hay 4.000 casas vacías.

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