"Se habla mucho de solidaridad, y hay que ponerlo en práctica. Quizá todo el mundo no pueda, pero yo tengo este local, y le hará mucho bien a una familia que lo necesita". A sus 64 años, el conocido Antonio Jiménez, Desnu, ha dado una gran muestra de lo que significa ser solidario. Porque ha puesto lo que tiene, casi todo lo que tiene, al servicio de otro. Porque Antonio, como se sabe, no tiene demasiado.
Su antigua librería, aquella a la que se acercaron decenas de jóvenes estudiantes de Ronda en el polígono El Fuerte, con 50 metros cuadrados, servirán para paliar la situación de una familia cuyo caso relató y denunció RONDA SEMANAL hace varias semanas. Y es que Mari Paz malvive, junto a su hijo, un menor, y su marido, que sufre las consecuencias de un accidente de tráfico que no le permite trabajar, bajo un techo de chapa y entre cuatro paredes de yeso. La casa se les cae a pedazos; por no hablar de la humedad o el frío, o de la propia ubicación de la precaria edificación, situada junto a un club de alterne de la ciudad. Antonio conoció del caso a través de este periódico, y lo tuvo claro: cedería su local, gratuitamente, para solventar la situación de esta familia que demandaba un lugar donde poder vivir mejor. Con agua caliente, al menos.
Así, el local ha sido puesto a disposición de la concejalía de Bienestar Social para que sea cedido a Mari Paz: "Espero que sean felices aquí, hasta que las administraciones puedan buscar una vivienda donde esta familia pueda vivir". De este modo, el local serviría a todos cuantos lo necesiten, porque la idea de Antonio es que una vez que esta familia encuentre otro hogar ya definitivo, éste pase a otras personas que hayan sido desahuciadas o lo requieran. No quiere venderlo. Ni siquiera alquilarlo. Así que en unos días, en cuanto se solventen todos los trámites administrativos, Mari Paz y su familia tendrán las llaves del inmueble.
Este lunes Mari Paz lo ha visitado por vez primera, junto a RONDA SEMANAL. Y no pudo contener las lágrimas: "Conocía a Antonio de vista, y sé que no pasa tampoco por una situación fácil. No sé cómo agradecerle lo que hace por nosotros". Y lloraba Mari Paz. De emoción y de alegría. "Puedes coger libretas o libros para tu hijo", saltaba desde otro punto de la habitación Antonio, quien ha pasado las últimas semanas vaciando la antigua librería. Pero quedan algunos viejos libros. Y viejas libretas. Aunque el local está visiblemente vacío, puesto que algunas viejas estanterías han sido también regaladas a una rondeña que abrió un negocio recientemente y necesitaba ayuda para iniciar su proyecto. Y también encontró a Desnu por el camino.
Defensor del ciudadano en cada pleno, se ve que lo es también en el sentido estricto de la expresión: "El derecho a la vivienda debería cumplirse".
José Guerrero, miembro del 15M, quien sirvió de conexión entre la familia de Mari Paz y Antonio Jiménez, no puede estar más contento: "No todo es malo". Pero, a la vez, admite que hay motivos para ser pesimistas: "Pero quedan otros muchos casos por resolver". Y añade Desnu: "¡Y cuántas casas vacías en Ronda!". Antonio Jiménez sale a la puerta. Hace amago de despedirse: "Hay diez horas de sol en la puerta en invierno. El sitio es genial". Gracias Antonio.