El rondeño Óscar Torres es un deportista rondeño que salió de nuestro país hace unos 15 meses buscando unos objetivos que parece tener bien claros, pues plantarse en Holanda con las nociones mínimas del inglés y holandés y adaptarse con total normalidad es de personas con la cabeza muy bien amueblada.
Oscar es un triatleta rondeño de 23 años, de la calle San Francisco amante de su ciudad y de su barrio como toda su familia, ambicioso en metas, con ganas de crecer decidió un día echar su currículo por Europa en empresas de montajes de ruedas de bicicletas para continuar haciendo lo que en la empresa de Marbella pero aprovechando para aprender el idioma de Shakespeare. A los días le llamaron de Zwolle (Holanda) para contar con él y allí que se planta el bueno de Óscar sin miedo a lo desconocido a descubrir un mundo nuevo.
No es el mejor triatleta de nuestra ciudad aunque puede que este entre los mejores, la razón de traerlo hasta aquí es su bonita historia y el hacer llegar a los lectores que el deporte puede abrir muchas puertas, tanto a nivel laboral como social.
¿Cuando empiezas a practicar triatlón?
-- Empiezo con Manolo García con 13 años, casualmente pues yo nadaba en la piscina con el club rondeño de natación. Mis inicios fueron casuales, me apunté a la piscina para recuperarme de una lesión de la rodilla, había tenido un accidente en la puerta de mi casa siendo chiquillo, me atropelló un coche fracturándome la rotula, estuve a punto de perder la pierna. Me aconsejaron rehabilitación en la piscina y estando con el club me fui fijando en el triatlón que coincidía en horarios. Le pedí a Manolo García entrenar con ellos y como estaba gordito me dijo que empezara a perder peso y volviera. Cada día me fui a correr con la ilusión de poder comenzar en este deporte, no era capaz ni de llegar al Pilar de Cartajima, pero cada día fui acercándome, hasta que llegué.
El triatlón me cambió la vida, yo era un chiquillo travieso, en el colegio no iba bien, y el triatlón me cambio por completo, me planteé otros objetivos, cambie en los estudios y en todos los aspectos. Llevo 10 años practicándolo y es mi vida. Me viene bien para mi trabajo, para motivarme aun estando tan lejos de casa, sin entrenar no puedo estar. Me hace reflexionar, me relaja, tengo la cabeza ocupada y no estoy en el sofá sentado pensando que clima más malo y tal. Además me ha ayudado a relacionarme con otros deportistas y eso viene muy bien.
¿Y también te ha ayudado a encontrar trabajo? ¿Cómo apareces en Holanda?
-- Yo había estado trabajando en Marbella en diferentes establecimientos relacionados con el deporte, en uno de ellos estaba encargado del montaje de ruedas de las bicicletas y digamos que me especialicé. Un día vi que tenía que progresar, quería aprender inglés y tenía que buscar otros objetivos. Me puse a mirar por internet todas las posibilidades que hubiera en mi sector deportivo y mande referencias por todos lados. Un día recibí la propuesta de una empresa holandesa especializada en ruedas de bicicletas punteras en el sector. Y allí que me fui. No sabía inglés pero me presente con unas nociones básicas para defenderme en la entrevista. Ya llevo 15 meses y están muy contentos conmigo. Me ha dicho el manager de la empresa que me cogieron por mi perfil de deportista, que los valores que da el deporte es lo que buscan desde la empresa.
¿Cómo te las apañas para entrenar y competir compatibilizándolo con el trabajo?
-- No es fácil pero me busco mis horas. Trabajo de 8 de la mañana a 4 de la tarde, así que voy y vengo del trabajo corriendo, cuando salgo me voy a nadar, encuentro el hueco como sea pues se convierte en una necesidad. Al final de la semana me salen unas 18 horas de entrenamientos entre las tres modalidades.
Este año lo voy a tener más complicado pues mi empresa ve que el inglés lo estoy mejorando pero quieren que hable holandés, y me han puesto clases de este idioma por lo que hare entrenamientos de más calidad y menos cantidad, pero es primordial aprender holandés. Me dedicaré este año a mejorar la natación que es donde más flojo estoy de los tres segmentos y a los otros deportes les dedicare menos tiempo por el bien de la mejora en el idioma nativo. Mi objetivo principal este año va a ser los 101 kilómetros, nunca lo he hecho y me encantaría sentir esta prueba tan bonita.
¿Cómo fue la competición el pasado año?
-- Muy bien, pero acabe agotado. Quise llevar demasiadas cosas y no puede ser, al final el cuerpo te pasa factura y hubo pruebas finales donde no rendí lo suficiente por saturación. Estaba en un equipo de natación de Zwolle, ciudad en la que vivo, en un equipo de duatlón de segunda división holandesa, otro de triatlón y además competí en dos campeonatos de España con el club marbellí del Tri Marbella Bike, imagínate como terminé. Además estuve todos los fines de semana viajando y eso desgasta, he llegado a dormir en aeropuertos. A pesar de todo hice muy buenos registros en todos los campeonatos dando bastantes puntos a mis clubes y estando en entre el top 12 y 13 de mi categoría.
¿La empresa para la que trabajas te apoya en lo deportivo?
-- Sí que me apoyan, les gusta que este en este deporte pues vendemos material para triatlón. La empresa se llama FFWD Whells y es muy fuerte a nivel mundial, además de ruedas para bici de carretera y triatlón, estamos empezando a trabajar para las de mtb. Estoy en una marca puntera y sensible con el deportista, nos ayudan con el material y ya es una ventaja.
¿Cómo se vive en Holanda?
-- Estoy muy contento me han acogido muy bien y eso es fundamental. Trabajo en algo que me gusta, vivo en una ciudad grande como Málaga donde tenemos de todo, a casi dos horas de Ámsterdam, me consideran bien en la empresa, estoy bien allí. Ahora sí, echo de menos a mis padres, familia y amigos y pasear por Ronda, eso siempre se echa en falta.
¿Cómo ves el deporte rondeño?
-- Ha dado un salto de calidad, cada día hay más gente practicando deporte. El atletismo ha subido muchísimo y el triatlón igual, es muy bonito ver esta progresión. A mi encantaría aportar lo que pudiera por el triatlón, me gustaría organizar una gran prueba a nivel andaluz o nacional, se podría hacer un duatlón andaluz de cross en el pinar de la Dehesa, el sitio es ideal o un nacional, habría que contar con el ayuntamiento y su infraestructura, pero se podrían hacer cosas muy bonitas. También creo que se debería aprovechar el nuevo club de triatlón rondeño que lo está haciendo muy bien y captar niños en los colegios, ayudados por la federación y que los niños y niñas corrieran con este club y no con uno de otra ciudad como se viene haciendo. Está bien la escuela de triatlón pero se debe dar un salto de calidad aprovechar la gran afición a este deporte, siempre si se puede con la colaboración del área de deportes para las sesión de instalaciones.
Para despedirnos, Óscar nos pide hacer un agradecimiento público: “Para terminar esta entrevista me gustaría agradecer a mis padres, porque sin ellos esto no hubiese sido posible y son mi gran motivación a día de hoy. Siempre que corro una carrera, lo hago por mí y por ellos porque sé que disfrutan tanto como yo. En momento de bajón siempre pienso en ellos y en su cara de felicidad cada vez que le ven correr, y también quisiera agradecer vuestro interés y seguimiento al igual que a vuestro compañero Miguel Ángel Mameli que me sigue igualmente.
Nos despedimos que Óscar tiene pocas horas para disfrutar de sus gentes, Holanda le espera. Es contagiosa la sonrisa de este chico, trasmite alegría en su conversación y a pesar de su corta edad, sirve de ejemplo, como otros muchos de nuestros paisanos que tuvieron que dejar nuestro país, por la voluntad y entereza con la que vive su exilio.