El pasado mes de octubre el Ayuntamiento de Alpandeire recibió una sorprendente donación de un valor histórico incalculable, un manuscrito que data de entre 1750 y 1760 y que refleja la realidad socioeconómica del pueblo y sus vecinos a mediados del siglo XVIII, cuando se estima que la población de Alpandeire era de alrededor de 1.000 habitantes.
La generosa persona que ha hecho la donación es José Herrera, que en 1956 fue maestro de Alpandeire y que en 1959 contrajo matrimonio con una pandita. Posteriormente la pareja se trasladó hasta Casariche (Sevilla), pueblo natal de Herrera donde este ha desarrollado su trabajo como docente de matemáticas y ciencias durante 40 años y punto en el que actualmente continúa residiendo el matrimonio.
Herrera ha explicado que el libro que donó al Ayuntamiento de Alpandeire puede definirse como un completo registro de propiedades rústicas y urbanas de los vecinos de la época, en el que se expone con todo lujo de detalles cada uno de los terrenos, incluyendo también pequeños planos dibujados en el lateral de las páginas. Además, entre otros datos socioeconómicos, el documento refleja el número y el tipo de cabezas de ganado que poseía cada pandito o las diversas profesiones que se desempeñaban en el pueblo, como el barbero, el sacamuelas o el beneficiado. El maestro, ya jubilado, ha reconocido que personalmente le ha llamado mucho la atención la minuciosidad con que se redactaron las descripciones de las propiedades, trabajo que fue llevado a cabo por varios autores como bien puede observarse en los distintos tipos de letra que componen el manuscrito. Además, “es curioso que muchos de los apellidos de los actuales habitantes de Alpandeire aparecen en este libro de más de 250 años de antigüedad”, añadió Herrera.
Cabe recordar en este punto que, desgraciadamente, todos los libros, registros y, en definitiva, el archivo municipal con el que contaba el Ayuntamiento de Alpandeire fue destruido durante la Guerra Civil, por lo que este manuscrito supone todo un tesoro para el municipio. José Herrera ha deducido que esta auténtica joya de papel y tinta, junto a otros muchos documentos, fue arrojada a una hoguera y que algún héroe anónimo consiguió rescatarla sin que nadie se percatase y antes de que se convirtiera en pasto de las llamas. Muestra de ello son las marcas y quemaduras que presenta el libro, cicatrices de un turbio pasado que no han impedido que el manuscrito se haya conservado en buen estado hasta la actualidad.
El docente ha indicado que el documento llegó hasta sus manos como un regalo que le hizo otra persona, de la que se ha reservado su identidad. Por tanto, todo apunta a que el libro ha sido legado de generación en generación en Alpandeire desde la Guerra Civil sin que hubiese constancia pública de la existencia del mismo. Herrera ha admitido que en un primer momento pasó por su mente la idea de quedarse con el manuscrito para disfrutar de él, pensamiento que rápidamente desechó porque “me sentí incapaz, sería un crimen privar al pueblo de algo que es suyo, por eso decidí entregarlo al Ayuntamiento”, comentó. En este sentido, José Herrera piensa que existe la posibilidad de que aún pudieran conservarse algunos documentos antiguos en manos de algún vecino que quizá no sepa de su importancia histórica para el conjunto de la localidad, por lo que ha instado a donar estos hipotéticos escritos al Consistorio, hecho que contribuiría sobremanera a recuperar parte de la memoria de Alpandeire.
Por último María Dolores Bullón, alcaldesa de la localidad, ha querido mostrar públicamente su más sincero agradecimiento a José Herrera “por haber tenido un gesto solidario de esta magnitud con el pueblo de Alpandeire”. La regidora ha desvelado también que en próximas fechas el manuscrito será expuesto en una vitrina, donde estará a disposición de todos los vecinos e irá acompañado de una declaración escrita por el generoso docente.