El artista Diego Guerrero es un escultor de madera que tiene su taller en Parauta, desde donde realiza asombrosas obras de manera artesanal que terminan recorriendo el mundo. Estados Unidos, Canadá, Japón, Argentina, Israel, Alemania, Inglaterra, Francia, Italia, Noruega, Finlandia o Rusia son sólo algunos de los destinos que han tenido muchas de las piezas creadas por el prolífico artista.
Guerrero, que comenzó a esculpir y tallar madera hace 15 años, ha reconocido haber pasado todo este invierno trabajando de forma constante en su taller para crear una serie de esculturas que estarán presentes en algunas ferias y eventos internacionales, como son dos exposiciones colectivas que se celebrarán en París y en Bruselas durante los meses de abril y mayo respectivamente. En estas exposiciones se podrán contemplar y adquirir obras de varios artistas especializados en diferentes disciplinas. Además, Diego Guerrero acudirá en mayo a la XXV edición de la Feria de los Pueblos de Fuengirola y también expondrá sus esculturas en la Muestra Internacional de Artesanía que se celebrará en Marbella durante el próximo mes de junio.
Por otro lado, el artista ha recordado que, entre otros muchos eventos, el pasado año estuvo presente en la XXIX edición de la Feria Nacional de Oficios Artesanos de Burgos, donde recibió una mención de honor gracias a una de sus piezas presentadas.
Guerrero ha indicado que su forma de esculpir es totalmente manual aunque, lógicamente, se ayuda de algunas herramientas básicas como discos para madera, gubias y formones. Últimamente el artista está trabajando sobre todo en la creación de impresionantes rostros a partir de raíces de olivo, cuyas formas irregulares hacen imposible realizar dos piezas iguales. Además, el escultor crea obras abstractas y relieves en madera de castaño, así como también lleva a cabo trabajos en piedra por encargo.
Este artista comenzó su andadura en la talla de madera cuando decidió dejar su cómodo empleo de funcionario para dedicarse a su auténtica pasión. En estos 15 años, la continua investigación y el perfeccionamiento de las técnicas utilizadas han permitido a Diego Guerrero acortar los tiempos de ejecución de sus esculturas, llegando a crear una determinada pieza en una jornada de trabajo, e incluso en varias horas, hecho que ha dado la posibilidad al artista de abaratar el precio de sus obras.
