En la tarde de ayer, sobre las siete y a la altura de la playa de Peginas, la Guardia Civil interceptaba una lancha neumática con dos tripulantes que embarrancaba en la zona de baño ante la sorpresa de los bañistas presentes en la zona. La Guardia Civil procedía a la detención de ambos tripulantes, por un delito de resistencia y desobediencia a la autoridad.
A las seis y cuarto de la tarde, la central de la Guardia Civil alertaba al Servicio Marítimo de la presencia de una embarcación neumática a la altura del castillo de San Sebastián de Cádiz, que navegaba dirección Huelva o la desembocadura del Guadalquivir. Una patrullera iniciaba la persecución de la lancha, del tipo de las que habitualmente se utilizan para el contrabando de estupefacientes. Dicha neumática navegaba a gran velocidad, y los agentes de la Guardia Civil le requirieron con las señales luminosas pertinentes que detuviese la marcha. Los tripulantes ignoraron los requerimientos de los agentes, e iniciaron una carrera en zigzag hasta llegar a la zona de Peginas, donde sobrepasaron el balizamiento de la zona de baño y embarrancaron en la arena ante numerosos bañistas.
Los dos tripulantes, que responden a las iniciales de B.D.P y F. J. P. A. trataron de huir por la arena y se introdujeron en una parcela cercana, pero fueron finalmente detenidos por agentes de la Guardia Civil del puesto de Rota. Según testigos presenciales, los agentes hubieron de hacer disparos al aire a modo de advertencia. Los detenidos han sido puestos a disposición judicial.
La lancha neumática, negra y con tres motores fueraborda de 250 C.V., fue introducida de nuevo en el mar con la ayuda de los Servicios de Playas, para ser remolcada posteriormente por la Guardia Civil. En dicha operación no se han encontrado fardos o mercancías de ninguna clase.