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San Fernando

“Ahora se nos abre un mundo de posibilidades que no teníamos”

La Banda Sinfónica Municipal se convierte en asociación, el dinero de las becas en subvención y la banda que dirige Alberto Devesa podrá competir en igualdad con las mejores bandas españolas.

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Era una bomba de relojería en el estricto sentido laboral y es precisamente por donde se ha roto la cuerda. Alberto Devesa, el actual director de la Banda Sinfónica Municipal y el subdirector, José Ribera Tordera, son la cabeza visible de esas ansias de mantener una institución que ha cumplido veinte años y además ha acumulado éxitos que la hacen merecedora de un final feliz. Además de punto de apoyo práctico a la formación académica.

—Alberto Devesa, director de la Banda Municipal, Banda Sinfónica Municipal, Agrupación Musical Municipal… ¿Cómo se llama ahora?
—El nombre con el que se creó fue Agrupación Musical Municipal de San Fernando, lo que pasa es que la tendencia natural ha sido llamarla Banda Municipal en un principio. Y desde la incorporación de la cuerda es Banda Sinfónica Municipal.

—Una banda que va a cumplir veinte años, que no son ni mucho ni poco en el mundo de la música y ni siquiera en San Fernando, donde existen bandas más antiguas, pero con un bagaje diferente, aunque quizá para eso tendríamos que hablar con Francisco Hernández Lora (anterior director). Un bagaje diferente, más que por los años, por los retos que ha asumido y que sigue asumiendo porque lo lleva en su repertorio. Todo el mundo sabe que no sólo forma parte de una procesión sino que se ha atrevido con todo y lo sigue haciendo. Y tiene ahora el reto de adaptarse a los nuevos tiempos, a la crisis económica y a un replanteamiento de lo que quizá no se planteó hace veinte años.
—Exactamente. Estamos en una situación un poquito complicada, más que nada porque han aparecido las carencias de la creación de la banda. Se creó con una ordenanza municipal en abril de 1992 con una formación de 32 músicos que estaban becados por el Ayuntamiento y esa beca se concedía con una duración de un año. A partir de ahí, en 1993, se amplió esa oferta de becas y por inercia y porque la banda funcionaba muy bien, continuó su trabajo hasta que hemos llegado a la actualidad. Por diferentes motivos legales se ha descubierto un pastel bastante desagradable, y es que la situación de la banda no está muy arraigada con el Ayuntamiento de San Fernando. Había que buscar alguna forma de vincular la banda para que pudiera seguir subsistiendo con San Fernando, porque es una lástima que después de veinte años de trabajo y de muchos éxitos como usted ha dicho, esto se venga al traste.


—Desde esas 32 becas del principio se ha ido avanzando con los años, se ha formado una banda municipal, una agrupación juvenil que es muy importante porque es la cantera, pero en cierto modo se ha creado un gigante con pies de barro, legalmente hablando.
—En el año 2005 Hernández Lora también tuvo la idea de crear una sección juvenil y eso iba avanzando con una cantidad de músicos enorme que hoy se ha visto que era un poco irregular. Ahora hay que buscar una solución para que pueda seguir sobreviviendo.

—El Ayuntamiento ha aportado una solución. ¿En qué consiste?
—La solución pasa por arreglar la situación fiscal de la banda, el tema de las becas que se les asignaba. Yo no entiendo mucho de términos legales, pero la única solución que se ha visto es que creemos una asociación musical que dada la trayectoria de la banda y el trabajo de estos veinte años, llegue a un convenio nominativo con el Ayuntamiento para que la banda siga funcionando tal cual y de hecho se va a seguir llamando Banda Sinfónica Municipal de San Fernando. De esa forma se soluciona la situación legal y económica de la banda.

—Porque tener a tantos músicos bajo la tutela del Ayuntamiento, que es tutela al fin y al cabo, era una bomba de relojería que tenía que explotar laboralmente en cualquier momento.
—Como así ha sido.

—El acuerdo creo que pasa por mantener las becas y es bueno si se cumple.
—No mantener las becas porque ya estamos hablando de una junta directiva que gestionaría los recursos económicos de la banda. La intención es que haya la menor diferencia posible entre lo que había antes y lo que haya ahora, que la banda va a seguir trabajando exactamente igual y los músicos, en concepto de ayudas, aún estamos estudiando de qué forma pueden percibir una cierta cantidad para ayudarse con los gastos de instrumental, desplazamientos porque tenemos muchos músicos estudiando fuera al no contar en Cádiz con Conservatorio Superior y tener que desplazarse a Sevilla, Málaga, Granada e incluso Jaén. Son músicos de San Fernando que están haciendo un gran esfuerzo por permanecer en la banda, ayudar en todo lo que puedan y lógicamente hay que recompensarlos un poquito.

—De alguna forma el montante de las becas, aproximadamente, se convertiría en una subvención que la junta directiva de la asociación distribuiría posiblemente en función del ‘sacrificio’ que tenga que hacer cada uno de los músicos.
—Exactamente. Pero aparte de eso se nos abre una puerta muy importante. Antes, la asignación estaba cerrada, eran becas personales que se les asignaba a los músicos y la banda no tenía recursos propios para poder hacer actividades, poder viajar, organizar conferencias, cursos, certámenes, etc. Ahora se nos abre esa posibilidad.

—Entran el mundo de la competencia. O de la competitividad.
—Nosotros podremos asemejarnos a otras bandas de fuera de la comunidad andaluza, es la intención, una idea, un proyecto… Pero para eso todos tenemos que poner un poquito de nuestra parte. En este caso yo estoy tirando del carro, pero esto no lo puede llevar una persona sola, sino muchos componentes, muchas personas, y también por parte del Ayuntamiento que cumplan lo acordado y que mantengan esa buena fe que están demostrando para que la banda continúe. El proyecto, la idea que tenemos algunos es que la banda crezca, que no se limite a una banda de música, sino que haya más y así se irá descubriendo poquito a poco.

—Ahora mismo todo son ventajas. La desventaja es que llegue otro equipo de gobierno o que este mismo cambie de opinión y rompa el acuerdo. Que es algo que puede pasar porque los recortes en cultura están a la orden del día.
—Ese es el riesgo. Es una oportunidad muy bonita y una oportunidad de poder crecer, expandirnos, porque estábamos muy limitados en San Fernando. Me he dado cuenta ahora que me he estado moviendo un poco con el tema de contrataciones de Semana Santa y demás, pero parece mentira que en localidades de la provincia de Cádiz no nos conocen ni nos han escuchado nunca. Me asombra que una banda de este nivel, después de veinte años, que ha ofrecido muchos conciertos, que ha ido al Certamen Internacional de Música de Valencia, a Madrid… ha ganado concursos y hay gente que desconoce la labor de la banda. Y estamos hablando de personas que viven a 50 ó 100 kilómetros. Hemos estado muy centrados en San Fernando y no hemos abierto el abanico.

—La banda tiene un activo que no se suele tener en cuenta, porque se ve cuando está tocando. Los chavales, esos pequeñitos que vemos tocar y da gloria verlos estudian en el Conservatorio pero la banda es lo que les sirve de clase práctica, como a los novilleros, que por mucho que toreen de salón, si no hay toro no vale.
—El Conservatorio hace una labor formativa importantísima para cualquier músico, eso es indudable, pero un músico necesita no sólo estudiar en su casa o en el Conservatorio, necesita llevar a la práctica esos conocimientos tocando en una banda, una formación, una orquesta, un grupo de cámara, junto a un pianista… esto es indispensable para que se curta y pueda alcanzar los objetivos. En España, en los últimos años, la educación musical instrumental ha estado enfocada a sacar muy buenos concertistas, músicos muy buenos técnicamente para tocar solos o tocar solos junto a… Pero quizá estamos bastante alejados de otras formaciones en otros países en los que se potencia mucho más el sacar músicos de gran nivel y que son muy buenos por tocar en orquestas, en bandas, en grupos de cámara más que individualmente. Eso es algo que se aprende tocando en grupo.

—Además es un valor añadido, porque puede tocar en grupo y puede tocar solo. Lo que no siempre se puede hacer al revés.
—No siempre. La música es como todo en la vida, los palos y a medida que te vas dando chocones contra la pared vas aprendiendo. Cuanto más toque con grupos, cuanto más te desarrolles y cuanto más variedad musical hayas interpretado, mucho mejor.

—Ustedes siguen con el mismo problema y la misma batalla de no contar con estudios superiores en el Conservatorio de Cádiz.
—Por desgracia, sí. El último conservatorio superior que amplió estudios al grado superior fue el de Jaén. A mí me comentaron algunas personas relacionadas con el Conservatorio que se llevaron una sorpresa porque creían que iba a ser el de Cádiz, de donde sale una gran cantidad de músicos y por desgracia no fue. Es una lástima y perjuicio para las formaciones de aquí, porque vemos cómo los chavales terminan el grado medio, aprueban la prueba de acceso a grado superior y se van a Jaén, o a Granada… y ya se pierde el contacto y todo se complica.

—Terminan el grado medio y tienen que empezar el grado superior. ¿Pero cuántos lo empiezan? ¿O cuántos no pueden empezarlo por falta de medios o porque se tienen que ir? ¿Cuánto se malogra en el camino? ¿Tienen algunas estimaciones?
—No tengo una estimación, aunque lo primero es aprobar la prueba de acceso al grado superior, porque hay chavales que no lo consiguen por falta de nivel, por los nervios, o por otras circunstancias y no consiguen plaza y ven su carrera un poco truncada un año o dos, hasta que consiguen acceder.

—Pero eso pasa en todas las carreras.
—Yo una estimación sobre las personas que tienen problemas económicos para estudiar fuera no la tengo, pero realmente los hay y más en la situación en la que estamos. La carrera de música no es una carrera barata, es bastante sacrificada, tanto para el músico como para los padres. Desde que el niño es pequeñito y el padre tiene que estar llevándolo constantemente al conservatorio, o cuando con doce años ya tiene que ir a Cádiz, lleva y trae, trae y lleva al niño, compra de instrumento, mantenimiento del instrumento, que si las cañas, que si la boquilla… es un dineral constante y un sacrificio enorme por parte de los padres y hay muchas familias que eso no se lo pueden permitir.

—Y además no tienen una salida laboral segura salvo que sea muy bueno y termine todo ese ciclo superior. ¿Cuánto dura la carrera de música?
—Actualmente unos catorce años, cuatro al grado elemental, seis el grado medio y cuatro el grado superior.

—Que ya hay que tener ganas de empezar una carrera. Y además con la incertidumbre de saber si es bueno, porque una persona puede ser un buen músico técnicamente pero faltarle esa chispita, el talento.
—Claro. Lo más importante bajo mi punto de vista es que cada uno de nosotros, los músicos, sepamos cuál es nuestro límite y a partir de ahí trabajar para conseguir lo máximo de cada uno. Lógicamente hay personas que tienen más facilidad, más cualidades innatas y otra parte importantísima es el trabajo, la dedicación y el trabajo. Pero la música en muchas ocasiones es muy ingrata y por muchas horas que le dediques no terminas de verle los frutos. Pero en eso consiste.

—Y hay algunos que tienen talento y no tienen la suerte de poder demostrarlo.
—Se tienen que dar un cúmulo de circunstancias.

—Ustedes van a seguir tocando, el público de San Fernando puede estar tranquilo de que va a haber banda, por ustedes no va a quedar…
—Por nosotros y después de estos meses muy malos que hemos pasado, horrorosamente malos y algunos que me conocen saben que tanto el subdirector como yo lo hemos pasado muy mal, lo que esperamos es que esto se solucione de una vez porque son ya muchos meses arrastrando esto y haciendo presión a ver si se arregla. Desde septiembre parece que hemos visto la luz y esperemos que salga bien.

—Habrá que pedirle al Ayuntamiento que no se arrepienta en unos cuantos años. Y otra idea que hay por ahí, la de hacer una orquesta sinfónica. Viendo los problemas que hay para mantener una banda, una orquesta es ya una utopía…
—Es complicado pero todo es intentarlo. La verdad es que sí. Mantener una orquesta cuando en estos momentos estamos viendo que muchas orquestas nacionales e internacionales están abocadas al cierre, pues sí, es bastante complicado. Pero no es imposible.
 

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