Al menos ha sido un acontecimiento durante la semana que lleva en San Fernando. Su llegada el domingo pasado reunió a curiosos que aprovecharon para fotografiarse con el convoy detrás y las noticias sobre sus características, sobre todo las acompañadas por videos, han sido las más leídas con creces.
Además de que en la madrugada de este sábado han sido muchos los jóvenes que estaban en la calle y se divirtieron con algo que muchos no esperaban, acostumbrados a no esperar mucho en esta ciudad que se duerme antes de la medianoche en fin de semana.
Ha sido un acontecimiento por lo que tiene de novedad y porque son muchos más de los que algunos se piensan los que quieren verlo circular con normalidad, unos porque creen en ese medio de transporte y otros para ver qué pasa, dados los antecedentes de otros tranvías, malos y buenos, en otras ciudades.
Posiblemente en los próximos meses ya nadie se acuerda de que al menos ha circulado por la principal calle de la ciudad y ha permitido tomar fotografías distintas a las habituales, pero de lo que no cabe duda es de que estos días de pruebas han servido para que se expliquen más cosas importantes de este prototipo y que lo hagan los técnicos, no los políticos, aclarando dudas de muchos que querían aclararlas, aunque otros prefieran que no les aclaren nada.
Se trata de un prototipo que ha sido diseñado al detalle; que cuenta con todas las medidas de seguridad; que ha primado la accesibilidad como debe hacerlo un vehículo social; que pasa controles españoles y europeos y que ha estado liderado por los técnicos más capaces, incluidos los de Renfe por cuyas vías debe transitar.
Ahora ya pueden hacerse una idea más completa del tren tranvía que como desde el principio, seguirá teniendo defensores y detractores. Faltaría más.