Un rincón incomparable. Un camino a otros tiempos. Un reclamo turístico. Un espacio para la terapia. Una colección de azulejos artísticos. Un polémica por algunos de los mensajes. Un todo al que no se le puede quitar nada.

Es el callejón Cróquer, una joya que une la calle Real con la calle Murillo, con la calle Diego de Alvear. Ejemplo del urbanismo de calles estrechas, de pueblos, de barrios…

Entroncado en pleno centro de la ciudad, de la vieja ciudad, entre la Iglesia Mayor y el Castillo de San Romualdo. Lugar de vecinos frente a frente en aquellos tiempos de otros tipos de redes sociales, más sociales, menos redes… 

Para atravesarlo despacio. Desde el primer Dios bendiga cada rincón de esta casa hasta el último. Por los dos extremos comienza igual. ¿Por qué?

Callejón Cróquer. La Isla misma. La Villa de la Real Isla de León. La que entró en la Historia de España a hurtadillas porque otro nnombre tapó su gesta y su sufrimiento.