Algunos ancianos mueren tan solos que no hay ni estadística que lo registre. Según el Magistrado
Joaquim Bosch,
exportavoz de Jueces para la Democracia, alertó de que los casos se multiplican. Todo indica que estas situaciones se van a multiplicar porque la sociedad envejece y se aísla. En España, el 17,1 por ciento de la población tiene más de 65 años y según el Instituto Nacional de Estadística (INE) en el 2016 crecieron un 4% los hogares de una sola persona de esa edad o más, hasta rozar los dos millones.
Lo que han leído es una publicación de la Asociación de Voluntarios Isleños ExProtec que tiene como misión ayudar a las personas con pocos recursos para lo que cuentan con profesionales de distintas materias, desde fontaneros a electricistas pasando por sanitarios o simples personas dispuestas a hacer compañía, pero necesitan más porque siempre se necesitan más.
Manuel Pareja, que en la entrevista concedida a este periódico y a los medios de Publicaciones del Sur actuó como portavoz del colectivo, aclaró su forma de actuar que se basa en el boca a boca, en la colaboración de los vecinos que avisan cuando ven a personas en peligro ya que las redes sociales, precisamente para este tipo de personas mayores, no funcionan.
Ellos pueden ir a poner una zapatilla a un grifo o arreglar un enchufe, pero cuando ven un problema mayor que puede encontrar ayudas en las administraciones preparan toda la documentación para realizar el proyecto. Ahí termina su trabajo y es el beneficiario quien contrata. O sea, que no hay competencia desleal a ningún sector profesional.
Son ex voluntarios de Protección Civil de San Fernando, que ya se sabe que lo del voluntariado es algo que no se cura con la edad sino todo lo contrario y llevan actuando desde hace un par de años. Pero siguen con el papeleo para poder ampliar su campo de actuación y precisados de un local con teléfono al que puedan ir las personas que los necesiten. O los vecinos de esas personas.
Cada vez más ancianos y discapacitados están solos, pero lo más grave de la situación es que sus hogares son también más viejos y obsoletos, y sobre todo nada seguros para estas personas de movilidad cada vez más reducida. A eso se le añade que el poder adquisitivo de nuestros mayores es menor, por lo que no pueden emprender ningún arreglo u obra que les pueda dar confort y seguridad en sus viviendas, ellos están dejados de la mano de dios por decir algo, dicen en las redes sociales.
Por poner un ejemplo práctico -decía Manuel Pareja- arreglaron las losas de la entrada de la vivienda de un anciano y cuando le preguntaron cómo llevaba tanto tiempo así les dijo que se lo dijo a un vecino pero le cobraba diez euros. “Diez euros era el pan de todo el mes”, explicaba Pareja.
Hay muchos peligros en el hogar de los mayores y ancianos, cada vez más son los casos de incendios por enchufes y calefactores en malas condiciones, de resbalones por mal estado de las baldosas, caídas por escaleras, caídas en las bañeras y cuartos de baños y un gran sin fin de problemas que sus casa se convierten en sus celdas. “No podemos conseguir si es que es verdad que nos llamamos civilizados o somos civilizados que se nos deteriore tanto nuestro cerebro para permitir que una gran parte de nuestra humanidad se nos quede al margen, no lo podemos ni debemos consentirlo”.
La asociación pretende llegar a estos ancianos y discapacitados, y hacer lo que esté en nuestras manos para erradicar en lo posible estos desperfectos antes que se conviertan en lugar de accidentes, y es con la ayuda del
voluntariado profesional, “si podemos llevar a cabo nuestro proyecto”.
La asociación pide humildemente que les ayuden a erradicar en lo posible esta lacra. “No dejemos a nuestros mayores y discapacitados de la mano, ellos ya trabajaron por nosotros y no los podemos abandonar, ayúdanos y haz lo que tú puedas,
hazte voluntario o si tienes algún título profesional u oficio hazte voluntario profesional. Buscamos electricista, carpintero, medico, sanitario, escayolista, albañil, cocineros, gestores, trabajador social, administrativo etc y todo el que pueda ser útil. Solo tendréis que decirnos cuántas horas semanales o mensuales donáis, y se te respetaran, sólo te llamaremos durante esas horas, nosotros pagaremos el material que podamos, el caso es arreglar ese enchufe en malas condiciones antes de que puede estallar y provocar un incendio”.
El material hasta ahora lo pagan ellos de sus bolsillos, pero lo ideal es que tiendas o almacenes de materiales les hagan donativos. No de dinero, sino una especie de línea de crédito para poder ir a recoger esa zapatilla para el grifo o un saco de cemento para poner las baldosas de la puerta de una vivienda en la que vive un hombre mayor que tropieza con ellas todos los días. Y que quizá algún día no lo cuente.