El CEIP Maestra Caridad Ruiz de La Algaida es un centro que se ha acostumbrado a transformar las dificultades en posibilidades. Un claro ejemplo de ello es ‘Su Huerto Escolar’, que comenzaron a poner en funcionamiento tras la aprobación del Proyecto Impulsa, concedido por la Consejería de Educación. Este huerto escolar está ubicado junto al patio de infantil, en una pequeña extensión de terreno que no se usaba en el horario lectivo.
Todo comenzó con las propuestas de la ‘profe’ Toñi Cobos, que veía ese espacio como una oportunidad para responsabilizar a los niños y niñas de infantil y primaria para trabajar conjuntamente. El comienzo no fue fácil, ya que hubo que limpiar, preparar y poner el sistema de riego en el terreno. Este trabajo fue realizado, durante el horario de recreo, por el Alumnado de Sexto Curso de Educación Primaria. Poco a poco y fruto de este esfuerzo se observan ya los resultados, ya que actualmente estánrecogiendo sus frutos de este terreno tosco que en principio estaba inutilizado.
La ‘seño’ Toñi, coordinadora del proyecto, ha manifestado a este periódico su satisfacción, no sólo por el hecho de que el centro tenga un huerto escolar, sino sobre todo por lo que trae consigo dicho huerto: “Siento recompensado el esfuerzo y el tiempo dedicado cuando veo a niños y niñas de distintas etapas educativas trabajando en equipo y sintiendo el huerto como algo que es de todos y que tienen que cuidar. Algo que me ha llamado la atención es ver como los niños y niñas mayores cuidan de los más pequeños y les enseñan a sembrar, a amarrar las plantas, a recolectar, a quitar las malas hierbas, etc”.
Diego Castro Oneto, director del centro pone de manifiesto que todos los proyectos y todas las actuaciones que se desarrollan en este colegio es fruto del esfuerzo conjunto entre las familias, el alumnado y el profesorado. Señala, también que todo es posible con ilusión, esfuerzo y dedicación, y hace un simil: “A veces, las malas hierbas no nos permiten ver lo que se esconde, un terreno lleno de posibilidades”.
Añade que este simil deberíamos de aplicarlo a cualquier ámbito de la vida. Ya están pensando en dar un paso más y convertir este huerto en un aula en la que los niños y niñas puedan aprender de un modo diferente. Ya cuentan con mesas y sillas preparadas para poder impartir las clases.