Los concejales del grupo de no adscritos han salido al paso de las críticas vertidas desde Izquierda Unida en las que los acusan de ‘trásfugas’ tras su salida de las filas del Partido Popular rechazando este “intento de tergiversar y manipular a la opinión pública”. Así, en un comunicado, los no adscritos han defendido que “ni lo son ni tienen la más mínima intención de ser(lo)” y han recordado los motivos por los que abandonaron las filas del Partido Popular hace ahora tres meses, entre los que se encuentran la falta de participación o aislamiento. 

Ante esta situación, los ediles Concha Rosano, Carlos Zambrano y Juan Álvarez optaron por pasar al grupo de no adscritos para “ser la voz de la ciudadanía en los plenos y trasladar sus necesidades y problemas sin tener que anteponer interés político alguno de los propios sanluqueños”.

En esta misma línea, los no adscritos señalan que “de todos es sabido que lo que deseamos es volcar nuestros esfuerzos en el buen del ciudadano y no en polémicas ni en tretas infructuosas”, pese a lo que, debido a la “mala intención” observada en las publicaciones, han decidido aclarar el motivo de su salida de las filas del PP así como su labor en la Corporación municipal.

Representación

IU ha pedido explicaciones esta semana sobre la contratación de una anterior concejala del PP como funcionaria de empleo del PSOE y que, según señalan, trabaja para los tres concejales no adscritos, criticando que “al no ser un grupo político no deberían asignarle un funcionario de empleo ni tampoco pertenecer a órganos colegiados”, si bien señalan que la ex edil contratada, está asignada como “asesora especial de confianza” al grupo municipal socialista. De hecho, IU ha anunciado que va a pedir información al equipo de Gobierno sobre cuales son las funciones que desarrolla su funcionaria de empleo en el Área de servicios a la Ciudadanía, unidad del PSOE.