Desde que Romerito se fracturó dos costillas, se fisuró otra y se dañó levemente un pulmón, el Atlético Sanluqueño ha sumado 6 puntos de otros tantos posibles. Estuvo en el banquillo de su equipo en el partido disputado ante el Algeciras en El Palmar, partido que acabó con el resultado de 2-0.
Manifestó que “sabíamos como era el Algeciras y en casa hay que ir a por el partido. Hicimos una presión alta y robamos muchos balones. La primera parte fue nuestra y en la segunda el Algeciras tuvo más presencia”.
Resalta que “el equipo estuvo súper enchufado. Los jugadores lo dieron todo y le restamos tres puntos al Algeciras”.
Reconoce que “estoy muy contento con la victoria y más porque estábamos ante nuestra afición y es una pena que en el próximo partido en casa no podamos tenerla con nosotros. Debemos seguir siendo humildes”.
Al descanso se llegó con un 2-0 pero prefería evitar cualquier tipo de euforia: “El partido no estaba resuelto. El problema de un 2-0 es que te puedes confíar o relajar. Un 3-0, que lo tuvimos cerca, hubiera sido definitivo ante un Algeciras que tiene un buen equipo y jugadores con calidad”.
Dice que “siempre me gusta al máximo ser optimista y para eso todos debemos remar hacia un mismo lado. El grupo del que dispongo es una familia. Hay un ambiente muy sano y muchas veces es fundamental para conseguir los objetivos. Hay que seguir trabajando y la ilusión debemos mantenerlas. También debemos estudiar a los rivales para afrontar los encuentros”.
Valora que “el equipo lo da todo y sabe leer los partidos. También hay que jugar con el tiempo”.
Y avisa que “nos queda una segunda vuelta que pienso puede ser más complicada que la primera porque de nuevo nos tendremos que enfrentar a buenos equipos. Todos compiten”.