Álvaro Hermosilla: "Hemos afrontado dos años muy complicados"

El mozo de cuadra sanluqueño Álvaro Hermosilla muestra su satisfacción porque las Carreras de Caballos de Sanlúcar volverán a celebrarse en la Temporada de Verano del 2021. Trabaja con José Calderón en la Cuadra Alimacor Doñana. Su función es entrenar a los caballos y estar pendiente de los mismos. Su ilusión es ser preparador de caballos el día de mañana.

Reconoce que “hemos afrontado, hablando feamente, dos años muy jodidos porque uno quiere vivir de esto y el parón ha sido muy duro. He sido jinete y espero ser preparador de caballos en un futuro. Quiero seguir ligado a este mundo y no lo voy a dejar tras lo que ha ocurrido. Lo que sí puedo asegurar es que con José Calderón he aprendido mucho”.

Añade que “es muy importante que haya Carreras de Caballos y ojalá que en el 2022 regrese la normalidad y que la población esté vacunada al 100%”.

Como jinete logró un primer y un segundo puesto. Lamenta que “la suspensión de las Carreras de Caballos provocó muchas pérdidas en el año 2020 porque Sanlúcar de Barrameda vive del turismo. Me afectó en todo los lados, ya fuera en hostelería, hoteles y en el turf. La pandemia me afectó en preparar a los caballos y también en la hostería. Pero ya se ve la luz porque antes cerrabas los ojos y ahora los abre de otra manera”.

Álvaro Hermosilla también logró un ‘triunfo’ muy sonado en Sanlúcar. Fue capturar un ciervo que se supone nadó desde la otra banda del río hasta la ciudad. Fue antes de que el Gobierno de España decretara el Estado de Alarma en el país por la expansión del coronavirus en el país y en el resto del mundo: “Lo del ciervo fue una anécdota y no lo tuvimos fácil capturarlo. Lo pude atrapar gracias a Luis González y a Antonio Tello. Dicen que cruzó el río desde el Coto de Doñana hasta Sanlúcar porque estaba en celo”.

Finaliza diciendo que “estoy deseando que vuelva este espectáculo a Sanlúcar en la playa”.

Los mozos de cuadra se encargan de mantener los caballos en buen estado de salud y en buenas condiciones. Su trabajo implica la limpieza, el cepillado y el recorte de las pezuñas de los caballos. Se encargan de dar de comer y de beber a los caballos y a ayudarles a realizar ejercicio. Igualmente, limpian los establos y reemplazan sus sillas de montar.

Algunos también ayudan a los profesores a dar clases de equitación. El cuidado diario de los caballos implica la limpieza de los establos, el suministro de agua, la preparación de piensos y heno y la alimentación de los animales.

Algunos mozos de cuadra también son responsables de ejercitar los caballos a diario. Por lo general, el cuidador guarda los caballos después de su ejercicio. Esto implica la limpieza de barro y polvo y el cepillado de los animales, y algunas veces el recorte las pezuñas. Utilizan herramientas como tijeras, peines y máquinas de corte.

Mientras cuidan a los caballos, es muy importante que comprueben que no existen cambios en sus condiciones generales, y que pongan especial atención a los animales enfermos. Algunos mozos de cuadra tratan heridas menores, cambian vendajes y dan medicamentos a los caballos. Discuten los problemas de salud con los veterinarios y siguen sus instrucciones para el cuidado de los caballos. Limpian y comprueban el estado del equipamiento para ver si necesita reparación.

Los mozos de cuadra también pueden ser responsables del mantenimiento de las instalaciones, los patios y las pistas de carreras.  Pueden trabajar en muchos lugares. Algunos cuidan caballos de carreras y caballos de salto, entre otros apartados. Preparan los caballos para la competición, por ejemplo, trenzándoles y cortándoles las crines, y suelen acudira las competiciones.

En los criaderos de caballos, los mozos de cuadra trabajan con caballos y yeguas y potros. En ocasiones deben ayudar al veterinario a entregar y cuidar de los potros.  Aparte de con los propietarios, los veterinarios y los instructores de equitación, tienen contacto con los herradores, que hacen las herraduras de los caballos a medida.  

Los mozos de cuadra pueden trabajar al aire libre bajo cualquier condición meteorológica.