El titular del Juzgado de Menores número 1 de Sevilla ha condenado a nueve años de internamiento y cinco de libertad vigilada al autor de la muerte del joven de 18 años asesinado en Palomares del Río, Jesús Rosado, el 1 de noviembre de 2022.
Según han indicado a EFE fuentes judiciales, el condenado por estos hechos, identificado en la sentencia como "M", cumplirá la pena de internamiento en el centro de menores donde se encuentra, ya que tenía 17 años en el momento del crimen, y posteriormente pasará a libertad vigilada con controles de movimiento durante cinco años más.
La sentencia se queda a medio camino entre los ocho años de prisión que pedía la Fiscalía y los diez que reclamaba la familia del asesinado.
Durante el juicio, el acusado expresó su arrepentimiento por lo ocurrido y pidió perdón a la familia del fallecido.
Coincidiendo con el arranque de la vista, María del Carmen Jiménez, madre de la víctima, pidió una reforma de la ley que enjuicia a los menores por delitos graves al considerar que un joven con 16 o 17 años es "plenamente consciente de sus actos, y debería serlo también de sus consecuencias".
La sentencia considera probado que el condenado se citó con otro joven, en su caso mayor de edad, "para apoderarse de bienes propiedad de terceras personas", para lo que recibió "una barra o porra de hierro extensible de color negro así como una navaja monocortante de borde afilado y de lomo fino" de unos 15 centímetros de hoja.
Para robar a personas elegidas al azar se desplazaron desde Coria del Río, desestimando robar a un grupo de jóvenes que celebraban una fiesta de Halloween en un parque, hasta que se encontraron con Jesús Rosado, que estaba a punto de llegar a su casa desde la parada de metro Ciudad Expo de Mairena del Aljarafe.
Sobre las 3.29 de la madrugada, Jesús Rosado llegó a su calle, estaba a punto de entrar en su casa y fue visto por el condenado y otro encausado más, que está en prisión preventiva, que le abordaron.
Ante la negativa del joven a entregarles dinero y sus objetos de valor, comenzaron a darle puñetazos en la cara y la espalda con las armas que portaban "a sabiendas de que la utilización de las mismas por sus características especificas podían ocasionar la muerte".
Jesús Rosado recibió golpes con la barra de hierro, una primera puñalada que le alcanzó en el antebrazo izquierdo "como consecuencia de la acción de intentar evitar ser pinchado" y un segundo navajazo "que le entró de lleno en la zona del cuarto arco costal izquierdo -pericardio y cara anterior del corazón-".
La sentencia enfatiza que el joven no tuvo ninguna posibilidad de defensa ni de auxilio por otras personas, y que los agresores lo dejaron en el suelo moribundo sin llegar a robarle nada ni avisar a los servicios de emergencia.
El joven falleció a consecuencia de un "shock cardiogénico e hipovolémico y hemopericardias y hemotórax secundarios a herida por arma blanca penetrante en tórax con afectación de la víscera cardiaca", según la sentencia.
Jesús tenía bajo su cuerpo la porra con la que fue golpeado, en la que solo había restos biológicos suyos, mientras que no ha sido encontrada la navaja usada por su asesino.
El ahora condenado ha sido enjuiciado por un juzgado de menores al ser menor cuando ocurrieron los hechos, por los que está pendiente de juicio en la Audiencia de Sevilla otro acusado mayor de edad, y la sentencia ha de ser comunicada al centro donde está internado en la provincia de Sevilla para que siga la pena de privación de libertad que tiene desde su detención.
Además se le condena a pagar de forma solidaria con sus padres casi 280.000 euros por daños psíquicos y morales y lesiones sobre su víctima, una decisión del juez contra la que cabe recurso en el plazo de cinco días. Jes