El Grupo de Investigación de Neurología de Vertebrados de la Universidad de Sevilla, trabajando en ratas recién nacidas, ha demostrado que la dosis terapéutica de cafeína por vía oral en neonatos favorece el desarrollo del sistema de control central cardiorrespiratorio.
Este descubrimiento apoya la administración de esta sustancia en la práctica clínica, ya que mejora la calidad de vida de aquellos bebés que presentan alteraciones respiratorias (apneas), así como su respuesta respiratoria a la hipercapnia o hipoxia debido a la inmadurez de dicho sistema de control respiratorio en la etapa postnatal.
Según indica la US en nota de prensa, la novedad de esta investigación es la determinación de que el empleo de metilxantinas (y dentro de ellas, la cafeína) es útil para la maduración de los receptores adenosinérgicos, lo que induce mejoras en el porcentaje de oxígeno en sangre (hemoglobina oxigenada), el ritmo cardíaco y la tasa respiratoria.
Las investigadoras de la Universidad de Sevilla Rosario Pásaro Dionisio y Susana P. Gaytán Guía explican que las metilxantinas son una de las medicaciones más prescritas en los bebés prematuros y que su administración a niños con dificultades respiratorias es una terapia muy frecuente en las unidades de neonatología. Sin embargo, las revisiones sistemáticas disponibles ponen de manifiesto que su uso está basado en estudios "a corto plazo", faltando estudios más amplios que se planteen los beneficios y riesgos a largo plazo.
En este sentido, han utilizado un tratamiento, similar al utilizado en clínica en ratas, para determinar cómo actúa esta sustancia sobre el desarrollo neuronal del recién nacido y ver además si se producían otros efectos que no fuesen beneficiosos.
Tras el análisis de todas las variedades implicadas en este tratamiento, Rosario Pásaro (recientemente nombrada primera mujer que ingresa en la Academia de Ciencias, Artes y Letras de Huelva) informa que a través de la microscopía confocal, entre otras técnicas, se ha podido observar que con el paso de los días las ratas a las que se la administrado cafeína han visto acelerado el proceso de maduración del sistema adenosinérgico, lo que conlleva una estabilización de las variables cardiorrespiratorias, asociadas a modificaciones en las redes neuronales.
Estos resultados indican que la cafeína no es inocua, de modo que las madres gestantes y las lactantes no deberían consumir café, puesto que la ingesta de mismo durante los meses de embarazo y a través de la leche materna afectaría al feto y al recién nacido modificando sus desarrollo neuronal. Los resultados de esta investigación han sido publicados en la revista de referencia internacional Experimental Neurology.