Ecologistas en Acción ha solicitado la prohibición del uso de herbicidas en zonas públicas al tener efectos tóxicos sobre la salud y el medio ambiente, mientras denuncia la aplicación de glifosato en parques y jardines próximos a centros de educación infantil por parte del Ayuntamiento de Sevilla.
La aplicación de herbicidas es una práctica que viene siendo utilizada, en los últimos años, por parte los servicios municipales para el control de hierbas en lugares públicos de la ciudad como parques, jardines y zonas verdes, según apunta en una nota de prensa Econogistas en Acción, que señala que el el glifosato, componente activo del clinic y otras marcas comerciales, tiene efectos tóxicos sobre la salud y el medio ambiente, tal como demuestran decenas de estudios. A concentraciones más bajas que las recomendadas para su uso en agricultura, el glifosato interfiere en el funcionamiento hormonal de células humanas, afecta a las células de la placenta, así como a las embrionarias. Asimismo, provoca nacimientos prematuros y abortos, mieloma múltiple y linfoma non-Hodgkin (dos tipos de cáncer), y daña el ADN de las células.
Por todo ello, Ecologistas en Acción insta al Ayuntamiento a que actúe en consecuencia con estos datos y prohiba su uso en los espacios públicos, así como que esta práctica nociva sea sustituida por métodos no contaminantes, que no dañen la salud ni el medio ambiente. Estos medios existen, como por ejemplo los métodos mecánicos mediante desbroce y térmicos que se aplican en la mayoría de los países de la Comunidad Europea.
Desde Ecologistas en Acción manifiestan que “la UE, mediante la Directiva marco para un Uso sostenible de los plaguicidas, insta a las distintas administraciones a que velen porque se minimice o prohiba el uso de plaguicidas en diversas zonas específicas, entre ellas las siguientes: a lo largo de las carreteras, en los espacios utilizados por el público en general, o por grupos vulnerables, como los parques, jardines públicos, campos de deportes y áreas de recreo, recintos escolares y campos de juego y los espacios cercanos a los centros de asistencia sanitaria”.
Ecologistas en Acción también denuncia que el Ayuntamiento de Sevilla incumple sistemáticamente las recomendaciones de esta Directiva europea, ya que se utilizan herbicidas en parques, jardines, y zonas verdes o incluso cerca de cauces de agua y centros de educación infantil.
El glifosato es, además, absorbido fuertemente por el suelo y es muy soluble en agua, lo que aumenta su peligrosidad. Es por ello que la organización ecologista ha querido hacer hincapié en el uso que también se ha hecho de sustancias tóxicas para eliminar hierbas en zonas aledañas al río Guadalquivir, como las situadas en el Parque de San Jerónimo. “El objetivo ahora es evitar que vuelvan a utilizarse estos tratamientos contaminantes y a partir de ahora se empleen solamente medios mecánicos”, señalan.
Según la nota de prensa, la persistencia del glifosato varía de dos a seis meses. El glifosato puede entrar en los ecosistemas por escorrentía superficial, habiéndose demostrado su alta toxicidad para la fauna acuática. Hay que destacar que se llegan a fumigar cunetas por donde discurre abundante agua cuando llueve copiosamente. Dejar esparcido este producto tóxico por el medio natural, rural o urbano, significa un peligro de contaminación no sólo para las personas, sino también para la fauna silvestre y para el ganado, que pueden verse afectados.