La sección del Sindicato Profesional de Bomberos (SPB) en el Ayuntamiento de Sevilla ha señalado que el próximo mes de septiembre se retomarán las movilizaciones y medidas de protesta, "con más contundencia si cabe" que las realizadas hasta ahora --de hecho, no se descarta la huelga--, por los "incumplimientos" municipales en lo que respecta a la reclasificación y la escasez de personal del servicio.
El secretario general del SPB en el Consistorio hispalense, Juan Antonio Ballesta, ha señalado a Europa Press que, tras la última reunión del regidor, Juan Ignacio Zoido (PP), con los sindicatos, convocada con motivo de las medidas relativas a la paga extraordinaria de Navidad, "fuimos a consultarle al propio alcalde, que fue el que se comprometió con nosotros cuando nos encerramos en el Ayuntamiento", recordando que en aquel momento se acordó que el proceso pudiera quedar aprobado en julio.
Sin embargo, "nos dijo que los intereses generales están por encima del colectivo de los bomberos", a lo cual el sindicato replicó que los intereses del servicio "son los mismos de la ciudad en cuanto a la seguridad y la poca operatividad por la mala gestión realizada".
"Seguimos contando con pocos bomberos, con menos efectivos que hace treinta años", ha asegurado Ballesta, que ha criticado que el equipo de gobierno "no obra con transparencia". "Nos sentimos defraudados y engañados, y seguro que seguiremos protestando a pesar de que nuestra trayectoria de movilizaciones no ha parado", ha recordado.
Para el secretario general del SPB en la corporación local, el último extremo sería "meterse en el Ayuntamiento y ocuparlo", un punto en el que "no se quiere entrar, ni en eso ni en posibles denuncias penales, porque se cierran vías de negociación, pero de seguir así se pedirá más contundencia, habida cuenta de que además ahora hay nuevos recortes, con un aumento de las horas de trabajo y una disminución del erario por la paga extra".
Respecto a la posibilidad de establecer una huelga, Ballesta ha asegurado que no se descarta y que "no sería descabellado", si bien ha apuntado a la dificultad de llevarla a cabo por la falta de efectivos necesarios para cubrir los mínimos.