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El Betis vuelve a sonreír

El portero Adrián salvó a los andaluces en los momentos más delicados

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  • Paulao celebra un gol -

El Real Betis ha retomado el camino de la victoria ante la Real Sociedad (2-0) en un partido perteneciente a la séptima jornada de la Liga BBVA, que decidió la gran actuación del portero Adrián y el acierto de Rubén Castro, que decantó la balanza cuando el encuentro llegaba a su fin.

   El conjunto de Pepe Mel, que acumulaba dos derrotas consecutivas tras el partido aplazado con el Atlético, recuperó la sonrisa de forma notable, aunque sin desmerecer la buena actitud de la Real, que buscó por todos los medios un gol que les permitiera llegar con vida a los últimos minutos.

   Los verdiblancos, bien plantados al comienzo, aprovecharon las bandas para hacer daño a su rival, pero sobre todo el balón parado. De ahí nació el primer gol del partido. Un córner desde el costado izquierdo acabó en la cabeza de Paulao, que no falló, y estampó el 1-0 con algo de suspense por la estirada de Zubikarai.

   Con el dominio en el electrónico, el Betis se durmió un poco, principalmente por la fiereza de su rival y por el tiralíneas de Xabi Prieto. El donostiarra, la bandera de su equipo, surtió de balones a Griezmann; y Vela se hartó de buscar la espalda a la defensa local.

   Sin embargo, con más eficacia que juego y con un Adrián espléndido, el Betis guardó la exigua renta al descanso. Un tesoro que agitó los ánimos del cuadro 'txuri urdín', que salió en la segunda mitad dispuesto a conseguir su primera victoria fuera de casa después de nueve meses negado sin el calor de Anoeta.

ADRIÁN Y CABEZAZO DE RUBÉN CASTRO.

   Fue entonces el peor momento del Betis, con menos argumentos, pero con Beñat sacando los pies del tiesto. El internacional, con un talento distinto al resto, intentó contrarrestar el buen juego de sus paisanos, sobre todo tras un remate de Xabi Prieto que pudo haber supuesto el empate a la hora de partido.

   Pero no fue así y los de Pepe Mel se rearmaron. Pozuelo, antes de dejar su sitio a Rubén Pérez, y Castro --al larguero-- también avisaron al cuadro realista. Así que el partido se dejó llevar hasta que el ariete canario sentenció la película.

   Cabezazo tras un centro de Beñat y tres puntos que dejaron en anécdota la expulsión de Mario por doble amarilla, la tercera que sufren los sevillanos en las últimas tres jornadas. Daba igual. El Betis duerme cuarto y recupera la sonrisa. Hay motivos.

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