El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) ha confirmado "en todos sus pronunciamientos" la sentencia que condenó a 19 años de cárcel a Antonio G. S, de 31 años, por el asesinato en agosto de 2010 de la estadounidense Laura Cerna, una profesora de inglés cuyo cuerpo fue posteriormente descuartizado y arrojado al Guadalquivir, desestimando los recursos presentados por todas las partes.
El TSJA confirma la resolución dictada por la Audiencia de Sevilla, tras el veredicto de un jurado popular, y considera que en el crimen no hubo ensañamiento y que el acusado colaboró con la Policía para esclarecer lo sucedido aunque lo hiciera siete días después.
De esta manera, el alto tribunal rechaza el recurso de los padres de la víctima, residentes en Estados Unidos, que pidieron que la condena por asesinato se elevase a 25 años de cárcel.
Los hechos ocurrieron el 30 de agosto de 2010, cuando el acusado, entonces de 30 años y camarero de profesión, invitó a su casa a Laura Cerna, una profesora de inglés de 49 años a la que conocía del barrio, la apuñaló cuatro veces y luego desmembró su cuerpo y lo arrojó al río Guadalquivir.
En su veredicto, el jurado absolvió al acusado del delito de profanación de cadáveres, pues al desmembrar el cuerpo solo pretendía ocultar su crimen y no "faltar al respeto debido a los muertos", en un aspecto que no fue recurrido ante el TSJA.
El alto tribunal dice que la valoración del jurado al rechazar la agravante de ensañamiento "es absolutamente lógica", pues las cuatro puñaladas propinadas a la víctima "se dirigieron directamente al corazón, con intención de causar la muerte y no de aumentar innecesariamente el sufrimiento de la víctima".
El tribunal también considera adecuada la condena según la "gravedad del hecho", pues Antonio Gordillo golpeó a Laura "aprovechando que tenía disminuidas sus facultades por la ingesta de alcohol y drogas" y la mujer se encontraba "en estado inconsciente o semiinconsciente".
La "crueldad" de su comportamiento queda patente en la forma utilizada para deshacerse del cuerpo: lo metió en una maleta y, al comprobar que no cabía, separó la cabeza y parcialmente el brazo derecho.
No obstante, el hecho de que el procesado hubiese sido condenado con anterioridad con delitos de lesiones "tampoco podría justificar la imposición de la pena máxima", según el TSJA.
El tribunal también corrobora la interpretación del magistrado presidente del jurado de que el acusado colaboró para esclarecer los hechos y localizar el cuerpo de la víctima, pues indicó en que lugar del Guadalquivir lo había arrojado "aunque lo hiciera siete días después del crimen, cuando realiza una declaración y un croquis ante la Policía".
La sentencia corrobora la obligación del asesino de pagar una indemnización de 13.282,17 euros a cada uno de los padres de la víctima y de 159.386,12 euros a su marido, de nacionalidad española, mientras que el hijo de Laura Cerna será indemnizado en 13.282,17 euros.