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El triple parricida apuñaló más de veinte veces a su padre

El avance de la autopsia confirma que las tres víctimas murieron degolladas con un cuchillo de cocina

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  • El presunto parricida -

El hombre que el pasado jueves mató a sus padres y a su hermana de 36 años degolló a todas las víctimas con un pequeño cuchillo de cocina y en el caso del padre lo apuñaló más de veinte veces y era el que presentaba más heridas defensivas.

Fuentes de la investigación han dicho hoy a Efe que el avance de autopsia remitido al juzgado de instrucción 3 de Dos Hermanas indica que el presunto asesino, Luis Miguel Briz, de 34 años, se ensañó con su padre, Donato Briz, de 64, que presentaba más de veinte puñaladas, muchas de ellas defensivas.

Su madre, Ángela Torrico, de 62 años, también murió degollada y presentaba menos heridas defensivas, mientras que su hermana Inmaculada, una abogada de 36 años, fue sorprendida y no intentó defenderse.


Toda la familia estaba con ropa de calle, por lo que los investigadores descartan que fueran sorprendidos mientras dormían.

Cuchillo patatero
El arma utilizada fue un cuchillo de cocina de los llamados patateros y tanto el número de heridas como su intensidad apuntan a que el autor se encontraba en un brote psicótico, lo que ha sido confirmado por varios testigos presenciales que, en las horas previas al crimen, vieron a Luis Miguel por la calle dando gritos y organizando altercados.

El escenario del crimen debió ser “dantesco”, según las citadas fuentes.
Luis Miguel estaba diagnosticado de esquizofrenia, tenía antecedentes policiales del año 2003 por resistencia y los padres habían denunciado en ocasiones su desaparición, habiendo sido señalado por la Policía como “persona enajenada desaparecida”, según han confirmado fuentes policiales.

Llorando junto a ellos
Tras cometer el triple crimen el jueves -primero mató a su hermana, luego a su madre y, por último, a su padre-, y después de tapar los cadáveres con una colcha, el imputado se quedó “llorando” junto a los cuerpos, aunque se sintió “satisfecho” y “liberado” al mismo tiempo, pues hay que recordar que el joven había denunciado que sus padres le hacían la vida imposible y que, incluso, querían acabar con su vida.

Tras dormir la noche del jueves en el domicilio familiar, Luis Miguel se entregó el viernes por la tarde en el juzgado de Dos Hermanas y el domingo la juez ordenó su ingreso en el Hospital Pisquiátrico Penitenciario, acusado de tres homicidios.

No obstante, en su primera comparecencia ante el juzgado dijo que deseaba denunciar a su familia y sólo más adelante confesó que les había matado en legítima defensa porque ellos le querían matar.

El joven aseguró que los hechos sucedieron al mediodía del pasado jueves, cuando comenzó una discusión con los fallecidos en el pasillo de la vivienda y observó que su padre portaba “escondido” un cuchillo con el que quiso agredirle, por lo que actuó en todo momento “en defensa propia”.

Trastorno evidente
Algunas fuentes consultadas por Europa Press han destacado que, incluso en su declaración judicial, “se hizo patente y muy evidente” que el acusado “sufre un trastorno mental profundo”, y han apuntado que, en el momento del triple crimen, “no estaría tomándose la medicación” que le había sido indicada para la esquizofrenia que padecía, lo que pudo influir negativamente en los hechos.
Los crímenes se produjeron en una casa de dos plantas en la calle San José, en el centro de Dos Hermanas.

El matrimonio fallecido no tenía otros hijos y las tres víctimas han sido enterradas este lunes en la localidad abulense de Santa María del Berrocal, de donde procedía la familia, tras un funeral en la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción.

Contaba con tres ingresos por episodios de esquizofrenia

Luis Miguel Briz, que se encuentra en prisión tras confesar haber acabado con la vida de sus padres y de su hermana, acudió hasta en tres ocasiones antes de ocurrir los hechos al Hospital Virgen de Valme tras sufrir sendos episodios de esquizofrenia, han informado a Europa Press fuentes del caso.

Con anterioridad al crimen, el joven había ingresado hasta en tres ocasiones en el Hospital Virgen de Valme tras sufrir brotes de la esquizofrenia que tenía diagnosticada, y una de esas veces llegó a estar hasta diez días ingresado en el Hospital Virgen de Valme.

De hecho, hay que recordar que la juez de Primera Instancia e Instrucción número 3 de Dos Hermanas ordenó su ingreso en prisión comunicada y sin fianza por tres presuntos delitos de homicidio y no de asesinato, como pidió la Fiscalía, ya que se está a la espera de que dos médicos psiquiatras le realicen un examen y emitan un informe sobre su estado mental y la posible merma que podría haber sufrido en el momento de los hechos.

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