Un juzgado de la localidad sevillana de Utrera ha condenado a los dueños de una mula a indemnizar con más de 620.000 euros a un conductor que quedó tetrapléjico tras colisionar contra este animal en el año 2004 en la carretera Utrera-Los Palacios.
El letrado del demandante, Fernando Osuna, ha informado a Europa Press de que la demanda civil se dirigió contra tres propietarios de la multa y contra una cuarta persona dueña de la finca donde se guardaban los animales, todos los cuales ya fueron absueltos en vía penal tras celebrarse un juicio contra ellos hace seis años.
Los hechos tuvieron lugar sobre las 19,55 horas del día 29 de febrero de 2004, hace ya nueve años, cuando J.C.G. circulaba con su vehículo por la carretera A-362 que une Utrera y Los Palacios para dirigirse desde su localidad de residencia, Algodonales, donde había pasado el domingo con su mujer e hijos, hacia su lugar de trabajo en Rociana del Condado (Huelva), donde se dedicaba a la recogida de la fresa.
A la altura del kilómetro 5,600 de dicha carretera, según sostiene la demanda, una mula se interpuso "bruscamente" en su sentido de circulación, por lo que el afectado no pudo evitar la colisión con el animal, que murió a consecuencia del impacto, mientras que el conductor sufrió "graves" heridas y tuvo que permanecer ingresado durante más de un año en un centro hospitalario, quedando tetrapléjico.
El abogado defiende que, en el momento de la colisión, el demandante "estaba circulando de forma correcta y a velocidad ajustada, sin que exista ninguna prueba que lo contradiga", por lo que el accidente se produjo "por encontrar el vehículo accidentado un obstáculo inesperado, una mula, que se interpone repentinamente en su carril y sentido de circulación".
Al hilo, el letrado asevera que dicha mula "se encontraba transitando sin control junto a otra mula y cambió bruscamente su sentido de la marcha para invadir el carril por el que circulaba" el afectado, para quien "fue imposible prever esta circunstancia", pues además "era de noche", por lo que "no se podía divisar a las dos mulas hasta llegar prácticamente a su altura al no llevar distintivos que permitieran divisarlas a distancia".
"La única causa del accidente fue la aparición repentina de la mula", subraya el abogado, quien dice que los propietarios del animal, que niegan este extremo, "denunciaron el robo de dos mulas en su finca", ubicada junto al lugar del siniestro, al día siguiente del mismo, tras lo que se sólo fue hallada una, "pero no la otra, por razones lógicas".
El abogado señala que, en el atestado de la Guardia Civil, "se aportan datos que concluyen de manera definitiva que la mula que ocasiona el accidente es una de las dos mulas desaparecidas de la finca" de los demandados, punto en el que indica, asimismo, que las mulas "podían salir libremente" de la finca en cuestión "al no existir cerramiento que lo impida en los laterales".
A su juicio, "hubo una omisión del deber de cuidado en la custodia de las mulas" por parte de los demandados, "más aún sabiendo que la finca en que se guardaban carece de cercado en varias zonas y los animales podían acceder fácilmente a la carretera, como efectivamente ocurrió".
La compañía aseguradora de los animales ya abonó 90.000 euros al demandante, quien reclamó a los dueños del animal cerca de un millón de euros.
El afectado estuvo ingresado 418 días en el Hospital Virgen del Rocío de Sevilla y en el Puerta del Mar de Cádiz y quedó con una paraplejia y un grado de discapacidad del 99 por ciento, habiendo sido reconocida la incapacidad permanente en grado de gran invalidez.
Según el letrado, y a consecuencia del accidente, su cliente lleva desde entonces en cama con llagas por estar quieto, tiene sondas para orinar, y problemas digestivos, circulatorios y respiratorios dadas las "considerables" lesiones y la paralización de gran parte de su cuerpo. Para su aseo, se necesita una grúa hospitalaria y "muchos y constantes" cuidados.