La empresa minera canadiense Emerita Resources, cuyo accionista principal es el grupo financiero Forbes & Manhattan y una de las sociedades que pretende adjudicarse la explotación de la antigua mina de Aznalcóllar (Sevilla) y ocuparse de su reapertura, plantea un modelo de explotación subterránea, que supondría una inversión de entre 230 y 260 millones de euros y podrá generar unos 400 ó 500 empleos directos.
En declaraciones a Europa Press, el presidente y CEO de Emerita Resources, Joaquín Merino, ha indicado que con este proyecto pretende "añadir valor a una cosa que hoy en día no lo tiene" y ha garantizado la financiación para el desarrollo de dicho proyecto, toda vez "que la construcción y el desarrollo de una mina tiene que tener sentido económico".
"La gente piensa que las minas se encuentran, pero realmente lo que se encuentra a través de invertir en exploración son los depósitos minerales, las minas hay que hacerlas", ha aseverado Merino, quien destacó la importancia de los minerales en el depósito de Aznalcóllar. Éstos contienen cobre, plata, plomo y zinc. Es un depósito por tanto polimetálico. A día de hoy y a falta de una mayor información, Emerita cree que "hay ley suficiente en Aznalcóllar para realizar una mina de explotación subterránea".
Merino ha asegurado que desde el punto de vista ambiental "el impacto de una mina subterránea es mucho menor la minería a cielo abierto", a lo que se une el hecho de que "socialmente es más aceptable y requiere inversión inicial menor", de forma que "todos los planetas se alinean hacia la posibilidad de una mina subterránea".
En ese sentido, tras explicar que las minas subterráneas se explotan partiendo de los niveles inferiores de abajo hacia arriba del yacimiento, Merino ha resaltado que este tipo de explotaciones "permiten un minado más selectivo, pues vas justo a lo que es el mineral de mayor ley".
Tras precisar que en una tonelada de roca de Aznalcóllar hay varios minerales cuya distribución "no es homogénea", ha indicado que cada metal aporta un valor expresado en forma de dólar (o cualquier otra unidad monetaria), de forma que la planificación de la mina "se hace con la intención de empezar por las zonas que van a aportar un mayor valor (más cantidades de dólares), para conseguir la recuperación de la inversión en el menor tiempo posible".
Merino ha indicado que "una vez que se pusiera en marcha la explotación, todos debemos tener la conciencia minera y tener ese amor y pasión por el trabajo que hagas", tras lo que prevé que este proyecto pueda emplear alrededor de 450 ó 500 personas de forma directa, cifra que "se puede multiplicar por diez, once o doce en el caso del empleo indirecto e inducido".
Este dirigente empresarial ha indicado que todo depósito mineral es finito, de forma que "la única manera de mantener la operación minera es encontrar otros depósitos", por lo que ha anunciado que Emerita Resources pretende aumentar los recursos invirtiendo también en exploración.
Merino ha explicado que la filosofía de Emerita como empresa de Forbes & Manhattan es "desarrollar minas y apoyarlas con la exploración". El reto de cualquier operación es el de reponer las toneladas extraídas con toneladas de nuevos recursos a través de la exploración. Se necesita por tanto destinar la inversión necesaria en reponer las toneladas que se van a extraer con toneladas nuevas y la única mantera es a través de la exploración".
Ha precisado que la idea de Emerita es extraer unas 3.000 ó 4.000 toneladas diarias de mineral, que habrá que procesar en la planta de tratamiento propia, hasta separar los sulfuros metálicos, de forma que "como resultado final del proceso se produce el concentrado de mineral, que se comercializa con compañías de fundiciones. Estas fundiciones compran ese concentrado son las que producen el metal, ya sea zinc, cobre o plomo, separándolo de la llamada escoria. El metal finalmente acaba empleándose en diversos usos industriales.
Merino ha recordado que "la mayor parte del valor que el mineral puede generar en toda la cadena, se lo ha dado durante la extracción", toda vez que "el I+D consiste en encontrar un depósito de mineral que se desconoce, desarrollar un recurso, entrar en las profundidades de la tierra y sacarlo". De esta forma, "se le da la mayor parte de su valor para luego ponerlo de una forma comercializable".
LOS RESIDUOS
Asimismo, Merino ha indicado que Emerita Resources pretende aplicar una técnica de tratamiento de residuos que se viene aplicando desde finales de los años 60 en Canadá y mediante la que se mezclan los residuos procedentes de la producción de concentrado con un material aglutinante de cemento para formar una especie de pasta, que se introduce en la mina, rellenando los huecos que van quedando. Esto además ayuda a dar soporte y estabilidad a la mina subterránea.
"La idea es hacer una mina casi invisible, de forma que los residuos que se generen tras los diversos procesos se vuelven a poner en su sitio", ha aseverado.
LA TRAMITACIÓN
Merino asimismo ha indicado que la empresa se encuentra "esperando pasar la primera fase del concurso" y ha explicado que la empresa mantiene el interés y sigue adelante "porque los números del análisis inicial han salido de color azul".
Ha explicado que lo principal, una vez que le fuera adjudicado el proyecto, sería efectuar el estudio de factibilidad donde se verían todos los aspectos relativos al tipo de explotación subterránea, aspectos ambientales, el impacto social y la inversión final.
Ese estudio de factibilidad se desarrollaría entre seis y nueve meses y ha explicado que "no se trata de un estudio en un despacho, sino un estudio sobre el terreno, donde habría que perforar, recabar información nueva sobre el depósito mineral, estimar los recursos de partida, realizar estudios metalúrgicos y distintas pruebas técnicas". Todo esto "se concreta finalmente en un análisis económico y de viabilidad del proyecto y el punto inicial será verificar los números y las leyes que están diciendo que existen", ha explicado.
Asimismo, la ejecución total del proyecto planteado, incluyendo su desarrollo y construcción, llevaría aproximadamente unos dos años, incluyendo el desarrollo de la rampa subterránea, que da acceso a la masa mineral, y la construcción de la planta de tratamiento en superficie y toda la infraestructura alrededor de la operación.
Asimismo, ha indicado que "la ventaja de Aznalcóllar sobre la que estamos apostando la buena ley del deposito que permite resistir la variabilidad de los precios; tiene suficiente ley, aunque las fluctuaciones pueden afectar igual, pero permitiría ser más selectivo a la hora de extraer el mineral, nos permitiría establecer una horquilla, sobrevivir y mantener el proyecto".
Merino ha indicado que en el proyecto de Aznalcóllar "a día de hoy solo hay dos empresas que concurren", por lo que cree que "esperar hasta marzo de 2015 no tiene mucho sentido", tras lo que ha recordado que "el tiempo es importante para todo el mundo, y para nuestro sector también".
En la actualidad, Emerita Resources no tiene ningún proyecto en Andalucía, donde sólo se encuentra participando en este concurso, aunque sí tiene proyectos en Extremadura y Asturias, ambos muy prometedores en fase de exploración.