Miércoles festivo y el Real de la feria lleno hasta la bandera. Ayer, único día festivo en la capital hispalense durante la presente Feria de Abril, fue aprovechado por miles de sevillanos que desempolvaron sus mejores galas y olvidaron la crisis por unas horas para ir a almorzar o a cenar a la feria o simplemente a pasear.
El día festivo, que el Ayuntamiento ha trasladado a la semana de feria porque el 30 de mayo (San Fernando) cae en sábado, comenzó con el cielo lleno de nubes que a media mañana abrió para dar paso a un mediodía espléndido en el que el Real se fue llenando poco a poco de familias con sus niños, de parejas, de grupos de amigos e incluso de políticos, porque la jornada de ayer fue aprovechada por estos últimos para celebrar las recepciones en las casetas de sus partidos y para mezclarse con los ciudadanos en las calles de albero del recinto ferial.
Así, durante este miércoles de recepciones y de encuentros entre los políticos hicieron acto de presencia en el Real la presidenta de la Junta en funciones, Susana Díaz, acompañada por el consejero de Presidencia, Manuel Jiménez Barrios, que coincidieron con el líder andaluz de Ciudananos, Juan Marín. También estuvieron ayer en la feria los consejeros de Turismo y Economía, Luciano Alonso y José Sánchez Maldonado. Del lado del PP-A estuvieron su presidente Juanma Moreno, la secretaria Dolores López y el delegado de Gobierno en Andalucía, Antonio Sanz, entre otros.
Mundo político aparte, además de los famosos y rostros conocidos que visitan cada año Sevilla durante su semana de feria, las calles del Real vivieron su momento álgido a media tarde con multitud de mujeres ataviadas con su traje de flamenca, alegres mantoncillos y flores -por cierto, vuelve a llevarse el ramillete y corona de flores en la cabeza-, hombres vestidos de corto disfrutando de un paseo a caballo o en carruaje, y alegres feriantes disfrutando del buen tiempo, la comida, el fino y el rebujito.
Esta estampa hace las delicias de los turistas, que cámara y abanico en mano, suelen recorrer las calles del recinto buscando la mejor instantánea y cómo no, empaparse de una fiesta que para poder contarla hay que haberla vivido antes.
Nombres para todo
Con un poco de tiempo una jornada de feria da para recorrer unas cuantas casetas de las 1.050 que hay este año. Y las hay con nombres muy curiosos. Por ejemplo, el de la caseta que colinda con la de los populares sevillanos, La cosa está mu mala.
También están la de La tajá estable -con una paradoja por nombre casi imposible-, la del Rescondrijo, El bache, Los abstemios, Los catavinos, Los del alpiste, Los disfrutones o a La morralla. Todo es cuestión de inventiva. Hay casetas, que incluso intentan reflejar con su nombre la actual situación de crisis económica. Así están la de Los hipotecados, los del Arroz pa cuatro, Los tímidos, y la caseta donde siempre está El ciento y la madre.
El recinto ferial, que vivió ayer su jornada grande, también notó el ambiente prefestivo durante la noche anterior, la del martes, un día en el que la gente llenó el Real anticipando lo que sería ya el miércoles. Al ser un día sin colegio para los niños la zona de las atracciones, la calle del Infierno, hizo el martes por la noche y ayer miércoles su particular agosto feriante.
Y la cosa seguirá. Las previsiones, en cuanto afluencia de público al Real, son igual de buenas para el resto de la semana en la que se esperan buenas temperaturas y la llegada de turistas nacionales, sobre todo en el fin de semana.