El cielo encapotado y los chubascos intermitentes que cayeron durante el día de ayer en la capital hispalense, deslucieron la última jornada de la Feria de Abril, que notó un considerable descenso de visitantes en el Real respecto al resto de la semana, bien por las condiciones meteorológicas, el cansancio acumulado o por el desgaste de los bolsillos.
Ante la posible amenza de lluvia -la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) estimaba un 35% de probabilidades de precipitaciones entre las 20.00 y las 02.00 horas-, el Ayuntamiento hispalense adelantó que la Feria no se quedaría sin su tradicional fin de fiesta de fuegos artificiales a media noche, ya que, según precisaron, los materiales pirotécnicos que se lanzaron disponían de una cobertura de plástico fino que protege la pólvora y su encendido es automático, así que pudieron celebrarse.
Un broche final para una Feria que ha notado un considerable repunte de visitantes respecto al año pasado y a las ediciones anteriores, aunque sin llegar a las cifras de antes de la crisis, y que el alcalde, Juan Ignacio Zoido, calificó como “un éxito para el sector turístico”.
A falta del balance definitivo, que se dará a conocer en unos días, Zoido señaló que espera que este aumento de visitantes “haya supuesto una fuerte inyección económica para la ciudad”. El Consistorio había previsto un impacto de unos 700 millones de euros y a tenor de las primeras cifras recabadas, podría ser incluso superior.
Claves del éxito
Como algunos de los indicativos de la buena marcha de esta Feria, el primer edil quiso destacar ayer el aumento de recogida de basura por parte de Lipasam, 1.280.005 kilos hasta el sábado -un 2,23% más que en 2014- y el número de personas trasladadas al Real por la empresa municipal de transportes (Tussam), que se sitúa en 997.200 -un 10% más que el anterior año-.
Respecto a los datos turísticos, ya antes de comenzar la Feria se contaba con una ocupación hotelera del 82% en la ciudad, lo que supone un aumento de diez puntos respecto a 2014 y que ha podido verse mejorado gracias al buen tiempo que ha acompañado durante toda la semana, mucho más liviano que el año anterior en que las temperaturas fueron sofocantes.
“La Feria de Abril ha superado un año más la prueba de fuego que supone acoger a miles de personas y ofrecer unos servicios municipales de calidad”, indicó Zoido, orgulloso de que “Sevilla pueda estar a la altura de grandes eventos”. Es por eso, que el alcalde quiso dar las gracias “a todos los visitantes, ya que han colaborado en mantener una buena imagen de la ciudad durante una de sus semanas grandes”.
Para el primer edil parte de este éxito radica en “el trabajo coordinado y en equipo” que han realizado los servicios municipales y las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado para mantener el orden público y poder llevar a cabo el Plan Especial de la Feria, que se activó el viernes 17 de abril y ha estado vigente hasta las 02.00 horas de esta pasada madrugada, contando con más de 1.041 policías, 90 bomberos, casi 500 operarios de limpieza y un 40% de incremento en la oferta de Tussam, así como el trabajo de 25 personas en Protección Civil, Emasesa y zoosanitario.
Abiertos a cambios
Las lluvias caídas en los dos ultimos días -que no impidieron que ayer se celebrasen los festejos taurinos- pusieron de manifiesto, más aún, que el público prefiere acudir al Real el fin de semana de preferia más que este último. Una tendencia consolidada en los últimos años y que ha sido recogida por el Ayuntamiento, que ya ha anunciado que no se cierra a la posibilidad de adelantar el inicio de la Feria al fin de semana previo, siempre con el consenso de todas las partes implicadas en la celebración de la fiesta.
1.476 sucesos gestionados
La Policía Local gestionó, a falta de los datos de este domingo, un total de 1.476 sucesos, destacando el sábado la detención de una persona en la calle del Infierno por un hurto. Además, la Feria se ha saldado con 191 intervenciones en venta ambulante, 256 establecimientos inspeccionados y 962 pruebas de alcoholemia, de las que 51 han resultado positivas. El sábado de feria fue el día con menos asistencias sanitarias realizadas y se extraviaron tres menores (hasta esa jornada se habían perdido 21 niños).
