La juez de Instrucción número 10 de Sevilla ha solicitado al médico forense que "aclare y amplíe" el informe psiquiátrico realizado a José Eugenio A.F., el hombre de 52 años de edad que fue detenido el día 16 de julio en la capital hispalense como presunto autor de la muerte a cuchilladas del vicario parroquial de San Isidoro, Carlos Martínez Pérez, hechos por los que se encuentra actualmente en prisión.
Fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) han informado a Europa Press de que la juez, Pilar Ordóñez, ha dictado un auto en el que acepta diversas diligencias solicitadas por la abogada del detenido en la comparecencia celebrada el pasado día 4 de noviembre, en la que la Fiscalía imputó a José Eugenio un presunto delito de asesinato.
Las mismas fuentes han indicado que, de este modo, la juez está a la espera de que el médico forense amplíe dicho informe psiquiátrico "respecto a la imputabilidad o no del acusado, así como a la afectación de las facultades volitivas y mentales del mismo", ya que sufre un trastorno adaptativo de la personalidad que podría suponer la aplicación de una atenuante simple o cualificada.
En el auto, consultado por Europa Press, la instructora también reclama la historia clínica o cualquier informe médico que obre en el centro penitenciario en el que se encuentra interno el imputado y la historia clínica completa que exista en el Hospital San Juan Dios de Bormujos, donde estuvo ingresado la mañana de los hechos.
La juez, además, acuerda requerir la historia clínica y los informes médicos que obren en el servicio psiquiátrico del Virgen Macarena, mientras que reclama al Instituto Nacional de Seguridad Social una copia del expediente por el cual obtuvo la incapacidad que tiene reconocida. En este sentido, pide a la Consejería de Igualdad, Salud y Bienestar Social que certifique el grado de minusvalía del imputado.
ASESINATO
Asimismo, la juez está esperando los resultados de la prueba caligráfica a la que fue sometido el imputado a fin de dilucidar si las dos cartas que remitió a sendas amigas confesando los hechos son de su puño y letra.
El pasado día 4 de noviembre, el Juzgado acogió una comparecencia a fin de concretar la imputación al detenido y comunicarle que el procedimiento se tramitará por la Ley del Jurado, pues al tratarse de un presunto delito de asesinato será enjuiciado por un jurado popular.
La representante del Ministerio Público le imputó un delito de asesinato al entender que puso en marcha "un plan preconcebido" con el objetivo "de acabar con la vida" del vicario, para lo cual compró dos cuchillos en un bazar chino de Triana y lo siguió hasta su domicilio en la calle Francisco Carrión Mejías, donde le asestó "varias" puñaladas en el momento en que se disponía a entrar en el portal.
La abogada que defiende de oficio al imputado, Encarnación Molino, se opuso a dicha imputación y a la calificación jurídica "provisional" formulada por la Fiscalía.
LOS HECHOS
Los hechos tuvieron lugar sobre las 20,00 horas del día 16 de julio en la calle Francisco Carrión Mejías, en el centro de Sevilla, donde el imputado, tras comprar dos cuchillos en un bazar chino de Triana, esperó a la víctima, que volvía de celebrar misa en el convento de San Leandro, y le asestó varias puñaladas que acabaron con su vida.
El presunto agresor huyó del lugar de los hechos a bordo de un vehículo tras cometer supuestamente el crimen, siendo detenido por los agentes de la Policía Nacional en la calle Santa Cecilia, en pleno barrio de Triana, muy próximo a la vivienda de su pareja y sobrina del cura.
La mañana del día del crimen, el imputado abandonó el hospital donde se encontraba ingresado después de que, incluso, hubiera protagonizado un intento de suicidio, y llegó a entrar en contacto con su mujer, a la que vio antes y después de que se sometiera a unas pruebas médicas para hablar de su relación sentimental, ya que se encontraban en trámites de divorcio.
RECONOCE LOS HECHOS
Durante su declaración ante la Policía, el detenido confesó el crimen y relató que cogió los cuchillos y fue a la calle Francisco Carrión Mejías, donde vivía el sacerdote, para asestarle varias puñaladas, añadiendo que el motivo que le llevó a tomar esta decisión fue que culpaba a la víctima "de los males de su matrimonio, debido a la influencia que ejercía sobre su mujer".
No obstante, el imputado negó que se desplazara hasta Triana, donde fue detenido por la Policía, con la intención de matar a su mujer, sino que se desplazó hasta allí para "contarle en persona lo que había hecho", aunque previamente ya le había informado por teléfono de lo ocurrido a través de un mensaje telefónico donde le dijo: "tu tío se está desangrando en el portal, lo he matado".
Posteriormente, el detenido compareció ante el juez de guardia, ante el que se acogió a su derecho constitucional a no declarar, tras lo que el juez ordenó su ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza por un presunto delito de asesinato.
La autopsia practicada al cadáver del vicario parroquial de San Isidoro concluye, de su lado, que la víctima recibió cuatro puñaladas "muy profundas y muy violentas", siendo "mortal" la primera de ellas, que recibió directamente en el corazón, tras lo que falleció como consecuencia de un shock hipovolémico "con destrucción de centros vitales".