El alcalde de Sevilla, el socialista Juan Espadas, ha anunciado que se ha constituido una comisión permanente para abordar con el Consistorio de Alcalá de Guadaíra la responsabilidad sobre la prestación de servicio en la entrada de la barriada de Padre Pío, donde se ha desarrollado una escombrera o vertedero ilegal a cielo abierto y donde Lipasam ha recogido ya desde principios de mes 50 toneladas de residuos.
Espadas, que ha visitado la zona, ha explicado que Padre Pío es un barrio "especialmente abandonado" durante los cuatro años de gobierno del popular Juan Ignacio Zoido y afirma que necesita actuaciones urgentes. Así, insiste en que ahora va a ser una de las prioridades para su gobierno dentro del Distrito Cerro Amate y deja claro que "la ciudad necesita que se comiencen a reequilibrar los presupuestos en aquellas zonas que necesitan más atención".
El dirigente sevillano ha abordado con los vecinos los principales asuntos a tratar en la zona dentro de los presupuestos de 2016, aunque deja claro que la situación del vertedero ha llegado a un "punto de no retorno" por lo que se hacía necesaria la actuación a la entrada del barrio al existir "problemas de seguridad".
Ante esto, ha anunciado que se ha establecido una comisión permanente y estable de trabajo con Alcalá, que ya ha dado sus frutos con un "potente" dispositivo de Lipasam desde principios del mes y que ha retirado 50 toneladas de residuos en ese descampado.
También, se ha reforzado la presencia de la policía local, al ser "una zona complicada porque hay determinadas instalaciones de algunas personas", que se analizarán "caso a caso para ver qué puede mantenerse y que no". Además, va a actuar el Zoosanitario ante la existencia de animales y se apuesta por buscar futuros uso a la zona para evitar que, una vez que se termine el trabajo, a las pocas semanas se vuelva a encontrar a ver escombros.
En este marco, se tienen detectados cuales son los "principales promotores" de esos vertidos y advierte de que se va perseguir a quien use el solar como escombrera, de la mano de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, de la Delegación de Medio Ambiente de la Junta y abriendo los expedientes sancionadores necesarios.
En la zona, menciona también la necesaria realización de otras actuaciones de señalización, iluminación y seguridad para que "no se use la zona para actividades muy problemáticas para los vecinos colindantes". Igualmente, plantea que se sentará con los vecinos para analizar qué hacer con los accesos, los ruidos de la SE-30, con el propio nudo ferroviario, entre otros, "tras cuatro años esperando iniciativas".