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Sábado 01/06/2024  
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Sevilla

Atarazana y con terraza con vistas a la Giralda

Las cubiertas de las Atarazanas serán una zona lúdica con cafetería que entronque con “la cultura sevillana de la azotea”. Vázquez Consuegra tendrá que hacer algunos "ajustes" de volumentría. No se excavará el suelo para llegar a la cota original de las pilastras, como pide Adepa

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  • Las Atarazanas y sus vistas -

El Ayuntamiento ha concedido licencia de obras para el proyecto que promueve la Fundación La Caixa en las Atarazanas y que se ejecutará conforme al diseño del arquitecto sevillano Guillermo Vázquez Consuegra, pero tras un dictamen de los técnicos de Urbanismo que obligará a éste a realizar pequeños ajustes en la volumetría de las nuevas cubiertas previstas en las naves superiores y en la atarazana central, también denominada nave número 4, de las siete que aún se conservan. Asimismo, Urbanismo veta la construcción de nuevos muros en la nave citada y el uso de acero galvanizado en el tratamiento de los acabados, pensados inicialmente por Consuegra.

El proyecto presentado ante el Consistorio por la Fundación La Caixa tiene un presupuesto de 9.739.804,76 euros sin IVA (con el IVA se eleva a 11.785.163,75 euros) y con el mismo, aparte de abrir la planta baja de las Atarazanas a la ciudad para crear una gran plaza cubierta, se prevé dotar de nuevos usos culturales a los espacios correspondientes a la actual Sala de Armas (situada a 7,5 metros de altura) y a los niveles superiores, correspondientes a los remontes de las naves números 2 y 4 sobre las bóvedas del siglo XIII, sitas a una altura de 10,60 metros.

El arquitecto

Vázquez Consuegra afirma que en su diseño para el Centro Cultural Atarazanas respeta físicamente los valores del edificio y que además los enfatiza con su tratamiento del espacio, en que mantendrá libre de usos la zona medieval de la planta baja; consagrará como sala principal de exposiciones la planta primera y conectará los nuevos usos de la planta alta, allí donde en su opinión es más viable la intervención arquitectónica y también donde el inmueble ha crecido en tiempos recientes.

El arquitecto define las Atarazanas como la superposición de cuatro planos: el de acceso a lo que denomina “Espacio Atarazanas”, cubierto de albero y al que califica de Plano de Incertidumbre, por lo que puede haber debajo; el Espacio Atarazanas, que se corresponde con el sistema estructural de las primitivas Atarazanas mudéjares; el Espacio Virtual, que identifica con las salas de las plantas superiores y que es desconocido para el visitante actual, y el que denomina la Mirada Urbana, el plano de las cubiertas.

Pasado y presente

Según su particular interpretación, las cubiertas forman un plano que, una vez hecho accesible, se abre a la Sevilla actual, mientras que los espacios interiores se identifican con la ciudad pretérita. Las cubiertas se ofrecen para actividades de carácter más lúdico y participativo, cuyo disfrute “entronca con la cultura de la azotea, tan característica de la ciudad de Sevilla”.

Quizás por esa concepción ha proyectado una cafetería sobre la segunda nave, aprovechando el primero de los talleres de artillería, con una amplia terraza  parcialmente cubierta y desde la que se disfrutará de unas “espléndidas vistas” hacia la Giralda.

Vázquez Consuegra considera que la cota del suelo actual de las Atarazanas (seis metros por encima de la cota original) forma parte del proceso de transformación del edificio a lo largo de su historia, por lo que la asume y no propone la ubicación de ningún elemento arquitectónico por debajo de la misma, en contraste con la posición del sector conservacionista de la ciudad, que preconiza la excavación del suelo y la recuperación de su cota original para que se vean las Atarazanas como una especie de catedral civil al descubrirse en toda su magnitud la altura de las columnas y el correspondiente realce de las bóvedas.

Muestras permanentes

Una vez dentro de la gran plaza cubierta o “Espacio multiusos Atarazanas”, el visitante podrá acceder directamente al espacio de recepción, vestíbulo de acceso a los niveles superiores y el espacio de interpretación del edificio aprovechando los huecos abovedados bajo el cuerpo de cabecera. También se instalará en la planta baja una tienda que será visible tanto desde la calle Dos de Mayo como desde el interior del “Espacio Atarazanas”.

Mediante escaleras mecánicas y ascensores se comunicará la planta baja o “Espacio Atarazanas” con la Sala de Armas (donde se desarrollarán dos exposiciones permanentes, una de ellas inicialmente pensada sobre ‘La fonografía en América y Andalucía’, aunque el programa es susceptible de cambios) y las naves superiores.

En el nivel intermedio se podrá ir directamente a la primera sala de exposiciones, la cual aprovecha el espacio más grande existente, correspondiente a la antigua Sala de Armas. El tercer nivel del vestíbulo está situado tres metros por encima, aprovechando la cota superior de las bóvedas, desde donde se podrá entrar directamente a la cafetería, aulas, salas de proyecciones y, en el futuro, al resto de las salas que se quedan aún sin acondicionar en esta fase del proyecto.

En el volumen situado sobre la nave 4 se ubicarán aulas de formación y una sala multiusos y de proyecciones, para lo cual será necesario desmontar y reubicar las cerchas de madera. Tanto el cuerpo situado por encima de la nave 6 como el volumen superior que se construye transversalmente a la dirección de las arcadas quedarán prácticamente en el mismo estado que ahora, ya que su restauración se reservará para futuras actuaciones.

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