La joven vecina de Mairena del Aljarafe (Sevilla) de origen saharaui Maloma Morales, presuntamente secuestrada por su familia biológica en el Sahara desde el 12 de diciembre, ha sido liberada, según han informado a Efe fuentes de su familia española.
La liberación se ha producido gracias a una intervención del Frente Polisario, "violenta, pero sin heridos", según ha relatado la pareja de la joven, Ismael Arregui.
Representantes del Gobierno saharaui intentaron negociar con la familia la liberación de la joven y su regreso a España, pero ante la negativa decidió intervenir en Bahl Hamda Mijek, donde habría estado retenida durante los últimos cuatro meses.
"Hace una semana, un fiscal saharaui visitó a la familia de Maloma en territorios liberados, y ante la amenaza de una posible situación bélica, pidieron la evacuación del lugar y la liberación de Maloma, a lo que el hermano se negó, y desautorizó al Frente Polisario", ha señalado.
Ante esta situación, a las 21.00 horas de ayer, fuerzas del Frente Polisario intervinieron para rescatarla de la casa donde estaba retenida, donde fueron detenidos la madre, una tía materna y el hermano de Maloma, junto con varios jóvenes de los que no se ha precisado el número ni la relación que tienen con la familia biológica.
La familia de adopción sevillana está recibiendo información de las autoridades saharauis y ha pedido hablar con ella por teléfono, una vez que ha llegado a Rabuni, la capital administrativa del Sahara Occidental, para ser gestionado desde allí su traslado a España.
Ismael Arregui, así como los padres adoptivos de Maloma, José Morales y María del Carmen de Matos, han sido convocados a una reunión en el Ministerio de Asuntos Exteriores para informarles de los detalles de la operación, con la idea de que Maloma pueda volver a España cuanto antes, posiblemente durante el fin de semana.
La joven viajó con su padre adoptivo al Sahara para ver a su familia biológica el pasado 5 de diciembre, y se le perdió la pista una semana después, cuando tenían que volver a España.
Tras mantener contacto de una forma periódica, el 25 de diciembre fue la última vez que sus padres y su pareja pudieron hablar con ella, sin que desde entonces hayan sabido nada sobre su paradero o su estado.
