El juez procesa a edil Cristina Honorato por la ocupación de un banco

Publicado: 30/06/2016
Asegura que se alteró la actividad normal de la sucursal, se obstaculizó su acceso y tuvieron que ser desalojados por la Policía
El juez de refuerzo del Juzgado de Instrucción número 6 de Sevilla, Ignacio Vilaplana, ha procesado a la concejal de Participa Sevilla Cristina Honorato y a otras once personas por la "ocupación inconsentida" protagonizada el 11 de noviembre de 2015 en la sucursal del banco Santander de la calle Campana, dentro de las protestas promovidas por las personas acampadas en Coria del Río en demanda de la reestructuración de sus hipotecas y activistas de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH).

En un auto fechado el 27 de junio, al que ha tenido acceso Europa Press, el instructor dicta auto de procedimiento abreviado contra la concejal y las otras once personas investigadas por presuntos delitos de desórdenes públicos y de desobediencia, dando traslado a la Fiscalía y a las acusaciones personadas para que, en el plazo de diez días, soliciten la apertura de juicio oral formulando escrito de acusación o pidiendo el sobreseimiento de la causa, o, de manera excepcional, la práctica de diligencias complementarias "indispensables" para formular la acusación.

En este sentido, el juez considera en el auto que de las diligencias practicadas durante la instrucción de la causa, y en especial de las testificales de los empleados de la oficina bancaria, diligencias de intervención, atestados policiales y grabaciones de las cámaras de seguridad, "se desprende la existencia de indicios racionales de criminalidad" contra los 12 procesados.

EXPRESIONES "INJURIOSAS" E "INTIMIDATORIAS" DE LOS PROCESADOS

Según expone el juez, los imputados "alteraron la actividad normal de la sucursal, impidiendo el ejercicio de la ordinaria actuación de los trabajadores del banco, dirigiendo a los mismos expresiones injuriosas o intimidatorias, así como obstaculizando el acceso y libre ejercicio de las operaciones de los clientes en el interior del establecimiento".

Asimismo, el instructor asevera que los investigados se habrían negado a "desalojar la oficina tanto antes como después de terminar su horario de atención al público, pese a los requerimientos a tal efecto realizados tanto por agentes de seguridad privada debidamente acreditados como por los agentes del Cuerpo Nacional de Policía, que se vieron obligados a intervenir ante la actuación intimidatoria realizada".

De este modo, y una vez finalizado el horario de atención al público de la sucursal, "continuaba la ocupación de la misma, hasta que tuvieron que ser desalojados forzosamente por la fuerza policial".

Asimismo, añade que, tras acceder a la sucursal bancaria, algunos de los investigados se despojaron de sus prendas superiores, "quedándose vestidos con una camiseta de color verde con la leyenda 'Stop desahucios o PAH' (Plataforma de Afectados por la Hipoteca)".

PEGATINAS Y CARTELES

Una vez dentro de la oficina, y según señala el instructor, los procesados "comenzaron a coger los folletos informativos del banco Santander, rompiéndolos y tirándolos por el suelo de la oficina, al tiempo que comenzaron a colocar algunas pegatinas y carteles" de 'Stop desahucios' y 'PAH' por diferentes zonas del establecimiento, mientras que "también procedieron a coger los bolígrafos de encima de las mesas de trabajo de algunos de los empleados".

El juez manifiesta que, seguidamente "y de forma intermitente", varias de los investigados "formaron una cola ante la ventanilla de la caja de atención al cliente, para realizar ingresos en efectivo por importes mínimos, de uno o dos céntimos de euro, con la intención de impedir el normal funcionamiento de la sucursal bancaria, obstaculizando la atención a sus clientes; de modo que numerosos clientes abandonaron la oficina, tanto por este motivo como por el propio desorden existente en el interior".

Durante la ocupación de la sucursal, y según recoge el auto, los imputados "lanzaron proclamas y cánticos" contra el banco, como "aquí esta la cueva de Alí Babá", "ladrones, chorizos", "si esto no se arregla, guerra, guerra, guerra", usando para ello un dispositivo de megafonía, a lo que se suma que profirieron insultos y reproches a algunos de los empleados "con gestos soeces" y expresiones como "no os da vergüenza trabajar para un banco así", "qué bajos caéis por un sueldo", "sois tan rateros como el banco" o "sois igual de chorizos".

Según indica el instructor, los investigados hicieron "caso omiso" a los requerimientos del subdirector de la oficina y del vigilante de seguridad para que cesaran en su actitud, "perturbadora del normal funcionamiento" de la sucursal.

Y es que el juez considera que los imputados "mantuvieron una constante actitud de acoso, hostigamiento y provocación hacia el vigilante de seguridad, con aproximación física al mismo, rodeándolo en muchas ocasiones, para entorpecer sus movimiento o buscando un enfrentamiento o reacción violenta, la cual no llegó a producirse por mantener la calma el vigilante a pesar de la tensa situación existente".

DESALOJO "FORZOSO" Y DETENCIÓN

Asimismo, y cuando sobre las 14,30 horas, hora de cierre de la sucursal, fueron requeridos para que abandonasen la oficina, los investigados "se negaron a salir y procedieron a sentarse en el suelo formando un círculo, para comenzar seguidamente a comer, dejando los desperdicios y las basuras tiradas en el suelo".

Finalmente, entraron varios agentes de la Policía Nacional uniformados y, tras requerirles para que abandonasen la oficina, "obtuvieron la misma negativa por parte de los investigados", por lo que tuvieron que llevar a cabo el "desalojo forzoso" de la sucursal y detuvieron a los imputados.

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