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Sevilla

La lluvia amagó, pero no aguó la feria

"Tranquilos, que antes de comer deja de llover". Quizás esta ha sido la frase más repetida hoy en el real de la Feria de Abril

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  • Viernes de Feria -

"Tranquilos, que antes de comer deja de llover". Quizás esta ha sido la frase más repetida hoy en el real de la Feria de Abril de Sevilla, donde las aplicaciones móviles para consultar la evolución de las nubes han sido lo más visto entre feriantes de todas las edades.

Si hace unos años el hecho de que se anunciase lluvia suponía la incertidumbre de quedarse en casa o arriesgarse a llegar al recinto ferial, la tecnología ha hecho que, prácticamente, cualquier persona pueda llevar en su bolsillo un experto en meteorología, y todas las aplicaciones de teléfonos móviles, con más o menos precisión, coincidían hoy en que cuando se sirviesen los primeros platos en los almuerzos de las casetas las nubes dejarían de descargar agua.

Y así fue. La lluvia sorprendió a algunos en las primeras horas de la pasada madrugada en pleno recinto, y las calles se quedaron vacías, en beneficio de las casetas, y tras parar a primera hora de la mañana, un segundo chaparrón cayó durante unos minutos pasadas las 11:00 horas, y cuando llegó la hora del almuerzo ya el recinto reflejaba la imagen de todos estos días, con miles de personas en sus calles y sus casetas repletas.

Y tan repletas, ya que el dato que ha ofrecido en conferencia de prensa el concejal de Seguridad, Movilidad y Fiestas Mayores del Ayuntamiento de Sevilla, Juan Carlos Cabrera, es demoledor: tres millones de personas han pasado por la Feria de Abril desde que se encendió su alumbrado en la noche del pasado sábado, "y todos los indicadores dicen que cada día han aumentado las visitas con respecto al año pasado".

A eso, lógicamente, ha ayudado el buen tiempo que se vive en la ciudad desde el pasado sábado, y tener la certeza de que si llueve sólo será durante un tiempo concreto, de modo que este viernes el único inconveniente en la feria era para algunas mujeres que buscaban algo de abrigo sobre su traje de flamenca, al no haber tenido en cuenta que el calor no iba a ser el protagonista.

Una buena parte de la afluencia de visitas la marca el transporte público, y concretamente los autobuses de Tussman han trasladado ya al recinto ferial a un millón de viajeros, un 4 % más que hasta el jueves de feria del 2016, señala Cabrera, para poner sobre la mesa el dato de que el mismo jueves del año pasado accedieron al recinto 757 carruajes, y ayer fueron 800.

En todos los sentidos, el Ayuntamiento cree que el aumento de visitantes no tiene parangón con ediciones anteriores de la feria, y siempre se encuentran porcentajes al alza, ya sea en autobuses urbanos, metro o aparcamientos públicos, con la premisa de que, en una ciudad plana como Sevilla, muchas personas acuden a pie al recinto ferial tras un paseo más o menos largo por la ciudad.

En todo caso, la feria va contando las horas para su finalización, y hoy se han conocido los datos de la tradicional clausura con un castillo de fuegos artificiales que tendrá 8.296 ejercicios pirotécnicos y 525 kilos de productos pirotécnicos, que serán lanzados y mostrados desde el Muelle de Nueva York a partir de las cero horas del domingo.

Controlado desde el Guadalquivir por embarcaciones de Bomberos, Cruz Roja y Guardia Civil, todo habrá terminado oficialmente a las 00:45 horas, aunque este año, excepcionalmente, el dispositivo de seguridad en la feria se mantendrá hasta cinco horas después de la clausura, porque, aunque parezca mentira, todavía quedará gente con ganas de feria en el real sevillano, aprovechando que el día después del final de la Feria de Abril más larga de la historia es, precisamente, domingo.

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