La Capitanía Marítima de Sevilla y la Autoridad Portuaria han abierto sendas investigaciones centradas en los cruceros turísticos que discurren por el río Guadalquivir, a raíz de un informe que obra en poder de la primera de ellas, y en el que se alerta de presuntas irregularidades y graves deficiencias, tanto operativas como estructurales, que se estarían dando en los barcos.
En dicho informe, a cuyo contenido íntegro ha tenido acceso Viva Sevilla, se hace, en efecto, referencia a cuestiones relativas al mal estado y funcionamiento de los buques, explotados por la empresa Cruceros Torre del Oro, así como a posibles conductas negligentes por parte de ésta que estarían contribuyendo al deterioro de la lámina de agua por la que discurren las travesías.
Así, por ejemplo, el citado informe advierte a ambas autoridades competentes de que hay barcos que portan bombonas de butano en sus cocinas para la celebración de eventos, o de que la ubicación de las baterías de los buques, dentro de sus respectivos puentes de mando, contravendría el Convención Internacional para la Seguridad de la Vida en el Mar (Solas).
Además, se detalla que la empresa responsable de los cruceros tiene habilitada una plataforma flotante junto al muelle (que se denomina Estrella), la cual sirve tanto de taller y almacén de materiales (algunos inflamables, y ubicados muy próximos a la instalación eléctrica), como de zona de comedor para los empleados.
En lo que respecta al río, el informe, que incluye grabaciones a las que también ha tenido acceso Viva Sevilla y que se encuentran disponibles en www.vivasevilla.es, alerta de que los barcos achican de manera habitual, “y desde hace años”, las aguas residuales del tanque séptico directamente sobre la dársena del Guadalquivir, una práctica del todo prohibida.
Ante todo ello, la máxima responsable de Capitanía Marítima en Sevilla, Elena Delgado, ha confirmado a este periódico la existencia de “actuaciones previas” e “inspecciones” motivadas por dicho informe. “De lo que de ellas se derive se dará cuenta a la Subdelegación del Gobierno. En función de los indicios que se constaten o no, este proceso puede acabar en nada, o bien en la apertura de un expediente sancionador,”, ha explicado Delgado.
Pero, como ya se ha dicho, se da la circunstancia de que Capitanía Marítima no es el único organismo que está analizando el estado de los buques y sus protocolos de actuación. También lo está haciendo la Autoridad Portuaria de Sevilla (APS), debido a que, de todas las irregularidades señaladas, hay parte que son de su competencia.
Así lo ha confirmado la APS a Viva Sevilla: “Efectivamente, hemos abierto actuaciones previas para determinar los hechos que se denuncian y ver cuáles son competencia de la Autoridad Portuaria de Sevilla. Actualmente, estamos en fase de tramitación. Por parte de la APS velaremos por el correcto uso de la lámina de agua”.
Este periódico también ha contactado con la empresa Cruceros Torre del Oro, que contradice a ambas autoridades. “Ni Capitanía ni la Autoridad Portuaria están investigando nada, porque no tienen nada que investigar aquí. Es mentira”, sostiene su gerente, Salvador Carrasco.
La Guardia Civil, tras las titulaciones
La investigación a los cruceros también atañe a la Guardia Civil, en tanto que, como avanzó Viva Sevilla, está analizando las titulaciones de la tripulación de la empresa Cruceros Torre del Oro.
Una denuncia en el puesto de la Benemérita en San Juan de Aznalfarache advirtió a la Benemérita de que los empleados no estaban titulados conforme a la ley.
Según ha sabido este periódico, la empresa ya sí está operando los trayectos con los tripulantes habilitados.