Contramano: El contexto como pretexto

Publicado: 03/06/2019
Beltrán Pérez justifica sus resultados por “el ciclo adverso del PP”. Califica la pérdida de 33.200 votos y de cuatro ediles como “ejercicio de resistencia"
El alcaldable del PP, Beltrán Pérez, ha tratado de justificar los pésimos resultados de su partido en Sevilla capital (33.220 votos y cuatro ediles menos) con el argumento de que “el contexto político actual del PP es el de un grave castigo electoral en las últimas convocatorias”.

Según la particular interpretación del candidato, “los resultados de Sevilla no son malos; son -ha afirmado- una referencia de cómo se resiste bien a la peor de las tormentas que ha sufrido el PP prácticamente desde su fundación. Son incluso esperanzadores en el contexto nacional -añadió- porque en este ciclo político adverso el PP ya ha tocado fondo y los resultados reflejan que ha empezado a subir”.

Es de admirar la capacidad que tienen los políticos para no asumir responsabilidades, interpretar los datos a su conveniencia y retorcer el significado de las palabras.

Beltrán Pérez trata de poner el contexto como pretexto y de consolarse con el mal de muchos, pero se da la circunstancia de que en en la comparación con el conjunto de España, que invoca como referencia, el PP ha logrado 702.519 sufragios más que en las elecciones precedentes, las generales del pasado 28 de abril que el alcaldable tiene “in mente”, mientras que en Sevilla capital el resultado ha sido en sentido inverso: 33.220 votos perdidos. Parafraseando al propio Pérez, es el PP nacional el que se ha recuperado y el sevillano el que ha tocado fondo.

El alcaldable, en vez de referirse al contexto nacional de su partido podría haber tratado de escudarse en los resultados del PP en las capitales de provincia de Andalucía, ya que en casi todas ellas ha retrocedido, aunque los presumibles pactos postelectorales “a la andaluza” le podrían proporcionar el gobierno en cinco de las ocho. Así, los populares han perdido del orden de 6.000 votos (Huelva y Jaén), 8.000 (Cádiz y Córdoba) y 14.000 (Granada), pero no tantos como en Sevilla (33.000).

Excepciones

Incluso en el contexto regional hay notables excepciones, como la de Almería capital, donde el PP ha ganado en votos (4.000), aunque no le ha servido para incrementar su número de concejales; y, especialmente, Málaga, donde el incombustible Francisco de la Torre ha logrado 10.000 votos más y también un concejal más, que le podrían permitir revalidar la Alcaldía mediante un pacto con Ciudadanos.

Es curioso comprobar cómo Beltrán Pérez viene alertando reiteradamente en los últimos años sobre cómo, a su juicio, Málaga está adelantando a Sevilla en diversos ámbitos, especialmente el cultural y el económico (por más que los indicadores objetivos demuestren lo contrario), y a la hora de las comparaciones electorales y los contextos políticos el alcaldable sevillano se olvide de ese otro adelanto que en votos y concejales ha logrado su correligionario de la Costa del Sol en comparación con su candidatura a la Alcaldía de Sevilla.

También llama la atención en el argumentario de Beltrán Pérez su referencia a las encuestas. Desde su punto de vista, los resultados del 26 de mayo mejoran los sondeos que pronosticaban, cuando él asumió la portavocía de su grupo municipal, que los populares caerían hasta los cinco concejales y que serían adelantados por Ciudadanos.

Descalificación

En aquel entonces  Pérez se dedicó a descalificar la encuesta diciendo que había sido realizada una semana después de que el PP fuera desalojado del Gobierno de la nación tras una “traumática moción de censura” y en un contexto (el contexto, siempre el contexto) en el que preparaba un congreso nacional extraordinario para definir su nuevo liderazgo.

Afirmó que en 2003 al coordinador de su campaña electoral, Jaime Raynaud, los sondeos le otorgaban ocho ediles “y sacó doce” (¿?), por lo que en su partido son “especialistas en ganar elecciones aunque perdamos las encuestas”. Y añadió: “Estamos imparables en la calle. Quien levanta las manos por un triunfo en una encuesta está empezando a perder las elecciones y quien toma nota de las circunstancias de la encuesta y piensa que se puede aprender de la misma está en el camino adecuado para ganar”.

Así pues, cuando se publica una encuesta desfavorable, Beltrán Pérez la descalifica, pero un año después le da validez porque le sirve de coartada para justificar unos resultados mejores que los vaticinados pero mucho peores que los obtenidos en las elecciones municipales previas. En conclusión, la batalla del alcaldable popular ya no consiste en superar los resultados de la anterior cita con las urnas ni a sus rivales políticos, sino en batir a los sondeos. Transmite que hay que consolarse, e incluso alegrarse, porque podría haber sido aún peor.

Y, efectivamente, así lo proclama cuando dice que “los resultados de estas elecciones son más que dignos; ha habido quien ha perdido más”. Desde luego, no ha perdido más que el PP ningún otro partido en Sevill capital, ni tampoco su propio partido en las capitales de provincia de Andalucía.

“Resistencia”

Con este planteamiento, los 33.220 votos y los cuatro concejales menos no suponen una derrota, sino “un ejercicio de resistencia a la peor de las tormentas”. Hasta ahora, resistir significaba mantener al menos la posición, algo que no parece que haya logrado el candidato popular, cuyos resultados muestran un retroceso en todos y cada uno de los once distritos de la ciudad.

No importa. La interpretación del candidato del PP es que los resultados reflejan que su partido “ha empezado a subir” porque los 73.101 sufragios cosechados en las elecciones municipales son casi mil más que los 72.179 obtenidos en las generales del 28 de abril, cuando se trata de dos elecciones distintas, pero como interesa se suman o se restan peras con manzanas.

Beltrá Pérez no se percata del mensaje que está enviando: tras dieciséis años de edil en el Ayuntamiento de Sevilla, tanto en el gobierno como en la oposición, tanto como portavoz como alcaldable, resulta que su tirón electoral en Sevilla es de tan sólo 922 votos más que su recién llegado líder nacional, Pablo Casado.

La conclusión de Beltrán Pérez es que él no va a “hacerse el harakiri”, una práctica que remite a Japón únicamente, entre otras razones porque “en Sevilla capital -asevera- ningún candidato ha sido alcalde a la primera, ya que para fijar una alternativa de gobierno hacen falta un mínimo de cuatro años”.

O sea, que tras haber cosechado el peor resultado de la historia del PP en el Ayuntamiento de Sevilla, Beltrán ya se está postulando para repetir como candidato a la Alcaldía en 2023, fecha en que cumpliría  veinte años como miembro de la Corporación Municipal. Alcaldable por antigüedad.

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