“Está demostrado que, por muchos servicios e infraestructuras extraordinarias que tengamos, la gente se va de los pueblos porque no hay oportunidades de empleo ni tampoco para que se invierta con facilidad”. Con esta afirmación, el
presidente de la Diputación de Sevilla,
Fernando Rodríguez Villalobos, detalla en una entrevista con este periódico cómo será la
estrategia que se pondrá en marcha en este su cuarto mandato para
combatir la despoblación.
La Diputación concentrará en un
catálogo todo el suelo industrial de manera que “tengamos una foto fija de dónde está, la cantidad de metros cuadrados que son y los precios que tienen”. Una radiografía de suelos productivos, elaborada con la colaboración de los empresarios sevillanos (CES y AJE, en representación de los jóvenes) y los ayuntamientos, de manera que sea una
oferta que abarque a toda la provincia y que sea “
asequible y accesible” para “cualquier empresario que quiera invertir”.
Rodríguez Villalobos adelanta que la Diputación “tendrá que estudiar cómo podemos aliviar a los ayuntamientos” para que ese suelo sea “apetecible”. “Si vas a ofertar suelo en la Sierra Norte al mismo precio que en Alcalá o en La Rinconada”, pues el empresario, emprendedor o autónomo “se irá allí”, dice con claridad.
“Si los precios son razonables para instalar una industria, si fraccionamos los pagos, si dotamos a los pueblos de viveros de empresas...pues estaremos haciendo más atractiva una posible inversión en la provincia. También tendrá que haber un tratamiento especial en el caso de que esos suelos estén en zonas ubicadas en parques naturales”, explica Villalobos, para el que, en resumen, hay que ofrecer
“alicientes” a los empresarios con proyectos de inversión en Sevilla para que se vayan a zonas como la Sierra Sur y Morena. Aunque no sólo, porque el problema de la despoblación afecta también de manera significativa a zonas como la campiña, donde el monocultivo del cereal no genera apenas mano de obra.
Esta estrategia de atracción de inversiones, por tanto, irá de la mano de la
colaboración público-privada e incidirá especialmente en “las zonas donde tenemos el problema de la
despoblación”. Una realidad que afecta desde hace una década a
50 municipios de la provincia, de los cuales 17 pierden más de un 5% de habitantes.
Para tener no sólo el catálogo de suelos sino para contar con una
radiografía exacta de la situación de la provincia, “tenemos que hacer un estudio científico que debe tener el sello de la Universidad”, apunta. Con ese “diagnóstico y terapia que aplicar”, la Diputación empezaría a “invertir, no de manera alocada, esos
100 millones” que están en el banco y que Rodríguez Villalobos ya ha pedido a Hacienda que le permita usarlos. Mientras el Gobierno esté en funciones y la formación de uno nuevo esté, en estos momentos, más cerca de encallar que de prosperar, no habrá un interlocutor con el que abordar estas cuestiones.
El presidente de la Diputación resalta, no obstante, que el organismo no parte de cero en los pueblos. Ya se han invertido 300 millones de euros gracias a los
planes Supera. “Ahora se trata de seguir ofreciendo las prestaciones básicas y de sacar del cajón del banco un dinero con el que respaldar esta iniciativa”.
Esta estrategia de colaboración con los empresarios se completa con la
constitución de un foro bimensual de análisis y la apertura en el Casco Antiguo de Sevilla de un
centro de negocios. “En unos meses, estamos montándolo”, adelanta Villalobos. “En esta apuesta de colaboración público-privada -subraya- ya tenemos una trayectoria. Se llama Prodetur”.
De hecho, esta sociedad e Inpro serán las que den soporten técnico a las dos oficinas estratéticas anunciadas por Rodríguez Villalobos para luchar contra la despoblación y para digitalizar a la provincia. Ambas oficinas dependerán del área de concertación, bajo el paraguas de la Presidencia.