Hoy,
29 de abril, es el
Día Internacional para la concienciación sobre el ruido. Tal día como hoy, en condiciones de normalidad, la de siempre, ayuntamientos y entidades habrían organizado actos simbólicos con los que recordar la necesidad de tener unos niveles de ruido aceptables para poder disfrutar de una buena calidad de vida. En el caso de
Sevilla, la
Sociedad Española de Acústica había negociado con el Ayuntamiento
hacer un minuto de silencio en la Feria de Abril para concienciarnos del ruido que hay a nuestro alrededor, explica Elena Díaz, responsable de acústica del Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos de Telecomunicaciones de Andalucía. Ni minuto ni Feria y sí mucho silencio. El tráfico rodado, una de las principales fuentes de contaminación acústica, se ha reducido en torno a un 80%.
Los niveles aceptables de ruido los fijan las normativas estatal y autonómica que coinciden en que, de 7.00 a 23.00, el ruido no debe superar los 55 dB y de 23.00 a 7.00, los 45 dB. Todo lo que supere esos límites de manera reiterada puede provocar problemas de sueño, estrés y alteraciones en el metabolismo, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Antes del estado de alarma, en el
Casco Antiguo de Sevilla,
14.881 vecinos sufrían
niveles de ruido
por las mañanas superiores a los 55 dB, de los cuales, más de 4.700 estaban por encima de los 75 dB.
Por la noche, eran más de 1
1.800 los sevillanos que sufrían ruidos por encima de los 45 dB permitidos; en el caso de la Macarena, más de 28.400, según los datos del mapa municipal de ruidos con datos de 2016 (los últimos disponibles en la página web) consultados por el Colegio de Ingenieros Técnicos de Telecomunicaciones.
“Una vez que pase el estado de alarma deberíamos ser conscientes y producir menos ruido.
No podemos volver a los niveles de antes, aunque lo más difícil va a ser reducir el que provoca el tráfico rodado”, señala Elena Díaz que cuenta su experiencia personal: “Yo vivo a 200 metros de la playa y hasta ahora no había escuchado el sonido del mar”.
“Después de tantas semanas de confinamiento querremos desfogar, pero creo que en este tiempo hemos reflexionado y aprendido que si queremos algo, podemos conseguirlo”, apostilla Díaz. En este sentido, la responsable de acústica del Colegio de Ingenieros de Telecomunicaciones apunta que el día de hoy debería servir para
concienciarnos sobre la necesidad de, en este estado de alarma, reducir el ruido que generamos estando en casa tanto tiempo. “Antes éste estaba enmascarado por el resto de ruidos, sobre todo, del tráfico”, pero ahora se deja notar con mayor claridad.
Y no sólo en decibelios, sino en quejas. De hecho, y a modo de ejemplo, el Colegio ha registrado en el caso de un municipio malagueño 89 denuncias en este mes de abril por exceso de ruidos en comunidades de vecinos frente a las 52 del mes de enero. Por el contrario, relacionadas con la vía pública, se ha pasado de 41 en enero a 6 en abril, y con establecimientos, de 12 a tan sólo una. En líneas generales, en
Andalucía, “
las denuncias por el ruido de actividades o el tráfico han disminuido notablemente y las relacionadas con el ruido vecinal casi se han duplicado”, apostilla Elena Díaz.