El presidente de la Asociación de Hosteleros de Sevilla, Antonio Luque, ha recomendado que los establecimientos del sector no abran en la primera fase de la desescalada, en la que sólo podrían contar con un tercio de las mesas de la terraza, al considerar que es "inviable" sostener el negocio y a la plantilla completa con los ingresos que daría esa mínima parte de usuarios.
En una entrevista concedida a Canal Sur, recogida por Europa Press, Luque ha mostrado su "sorpresa e indignación" por las medidas planteadas por el Gobierno y entiende que es "inviable ahora mismo" la apertura del negocio con un 30 por ciento de la terraza por los gastos que habría que asumir. "No daría ni para pagar la luz", advierte.
Además, considera que es una "tomadura de pelo absoluta" el que el sector no haya obtenido aún respuestas del Estado en cuanto a los expedientes de regulación de empleo temporales (ERTE) y el mantenimiento del empleo durante seis meses. "El bar que tiene 12 veladores en la terraza tendría que abrir con cuatro y dar de alta a toda su plantilla completa y aguantarlo durante seis meses. Eso sería la ruina absoluta del sector", insiste, apostillando que "y el día que llueva no hay terraza".
En este marco, explica que la representación del sector de las ocho provincias andaluzas han mantenido el martes una reunión telemática de urgencia y "por dignidad en la hostelería se va recomendar que no se habrán los negocios". "Hay muchos bares pequeños que abrirán porque lo necesitan para comer porque la situación en la que estamos es muy grave, pero el Estado tiene que aclarar todas las preguntas que le hemos hecho", añade Luque, que advierte de que el Estado "aún no ha abonado su parte de los ERTE".
Los hosteleros prevén mantener una reunión con la Junta de Andalucía la próxima semana para abordar la situación y elevar al Estado una propuesta para que "conozca las necesidades que tenemos". De cualquier modo, deja claro que el sector aún no conoce las medidas sanitarias que tendrán que llevar a cabo en los establecimientos para que abran con seguridad, a la par que pide "responsabilidad" porque "no va a haber un policía en cada puerta de un bar para controlar la responsabilidad de cada persona que va por si actúa bien o mal".