Viviendas, comunidades, locales comerciales, administraciones, bancos, medios de transporte, almacenes, industrias, edificios en construcción… Si hay algo que estos elementos tienen en común es que
todos necesitan limpieza a diario. Una
tarea esencial, especialmente en medio de una
pandemia que obliga a
reforzar la desinfección de los espacios, que
no siempre goza del reconocimiento que le corresponde.
Así, de cara a la
próxima negociación del convenio colectivo del sector,
CCOO afronta una tarea nada baladí: la de
dignificar este “trabajo invisible” que en la provincia desempeñan
17.000 personas, según el Registro de Convenios Colectivos. “En breve, comienza una negociación en la que vamos a poner todo nuestros esfuerzos
para que se valore como es debido esta labor”, explica la
secretaria general del Sindicato Provincial de
Construcción y Servicios de
CCOO de Sevilla, Mercedes Santoja.
El principal objetivo para Santoja es “
garantizar la dignidad de estas trabajadoras, porque, sí, en su
mayoría son mujeres -ellas son 14.000 frente a los 3.000 hombres que engloba el convenio- y, muchas de ellas,
sustentan económicamente a sus familias”.
Aumentar los salarios y la duración de las jornadas,
evitar la contratación fraudulenta o lograr el
reconocimiento de las enfermedades profesionales serán algunas de las
reivindicaciones: “No podemos consentir que las compañeras deban estar más de 10 horas trabajando en distintos centros para llevar a casa un salario medianamente digno”, señala Santoja.
Pero también
vigilar la salud laboral, comprometida en muchas ocasiones desde que se desató la
pandemia por la falta de EPI para evitar contagios: “Hemos conocido centros de trabajo en los que había
mascarillas para todo el mundo salvo para el personal de
limpieza. También en los que se confirmaba
un positivo por coronavirus y se mandaba a
casa a la plantilla al completo salvo a las limpiadoras.
Ellas no son trabajadoras de segunda”, denuncia Santoja.
En este sentido, para CCOO resulta también fundamental
que las administraciones públicas “cumplan con su responsabilidad de ser garantes del
cumplimiento de los convenios y de vigilar el
fraude en las concesionarias, pues no son pocas las que contratan a quienes licitan a la baja, llevando a las trabajadoras a la más absoluta
precariedad”.
Todas estas cuestiones estarán sobre la mesa durante la próxima
revisión del convenio, cuya vigencia
expira a finales de este 2020, y en la que el sindicato apuesta por “
dignidad y derechos para estas trabajadoras esenciales, necesarias e imprescindibles”.