Las dos primeras fases de la rehabilitación de las fachadas de la iglesia de San Bartolomé tienen el visto bueno de la Comisión de Patrimonio y la licencia de obra de la Gerencia de Urbanismo, pero no hay dinero para acometerlas.
La Gerencia ha concedido esta semana la licencia con la que el Arzobispado podría empezar con estos trabajos tan necesarios para el inmueble, pero la pandemia ha hecho estragos en las cuentas de la Archidiócesis. El ecónomo ya avisó de que en 2020 habrá un tercio menos de ingresos que el ejercicio anterior (alrededor de 17 millones).
Una de las principales fuentes de ingresos del Arzobispado, el Cabildo, ha visto reducidos drásticamente sus fondos al tener que cerrar la Catedral a las visitas por el endurecimiento de las restricciones. Las obras de las fachadas de San Bartolomé, por tanto, serán “aparcadas”, confirman fuentes del Arzobispado.
Para arrancar este proyecto de recuperación de la fachada noroeste harían faltan 300.000 euros. No se trata sólo de reparar la fachada sino también de recuperar esgrafiados y policromía antigua. La torre de la iglesia ya fue arreglada gracias a los fieles y a la aportación de la Iglesia.