Había ganas de hacerse la foto con los cascos, los chalecos amarillos y las máquinas de obra oyéndose de fondo en la Fábrica de Artillería. El alcalde Juan Espadas traía incluso la frase preparada para contestar a las críticas sobre el “enésimo” anuncio de proyecto de rehabilitación del complejo industrial: “Esta visita viene bien en estos tiempos. Es una medicina contra el escepticismo. Artillería está en marcha y el objetivo es que a finales del año que viene esté abierto el centro de emprendimiento e innovación cultural”. Este proyecto eminentemente cultural obtuvo fondos europeos del programa Interreg.
Esta es una de las actuaciones de mayore envergadura y más ambiciosas desde el punto de vista patrimonial y cultural que están en marcha en estos momentos en el Sur de Europa y que se ha llevado a cabo en las últimas décadas en la ciudadA pie de obra y de la mano de los arquitectos (Edartec Consultores) cuya propuesta de intervención resultó ganadora, el alcalde ha resaltado que el centro de emprendimiento de industrias culturales y creativas Magallanes será un “espacio para iniciativas que no pueden desarrollarse en otros lugares” y cuya singularidad lo situará al nivel de otros equipamientos europeos de referencia, caso de Alemania, Reino Unido y Francia. "Esta es una de las actuaciones de mayor envergadura y más ambiciosas desde el punto de vista patrimonial y cultural que están en marcha en estos momentos en el Sur de Europa y que se ha llevado a cabo en las últimas décadas en la ciudad". “Artillería será el instrumento con el que vehicular la creatividad del Sur de Europa”, ha apostillado el delegado de Hábitat Urbano, Antonio Muñoz.
La obra la está ejecutando la UTE formada por Ferrovial y Heliopol. Se ha adjudicado por 17,9 millones de euros y tiene un plazo de ejecución inicial de 18 meses. Se está interviniendo en este momento en el ala occidental del complejo industrial. En concreto, en algo más de 8.000 metros cuadrados de los 18.000 que tiene Artillería, ha explicado Francisco Reina, uno de los dos arquitectos que firman la intervención. La fábrica ya ha empezado a dar sorpresas sacando a la luz elementos del siglo XVIII con los que se están haciendo nuevas lecturas del edificio, lo que obligará a “mover piezas” del proyecto inicial. Cambios que se están estudiando, pero que, por el momento, no parecen que vayan a ser sustanciales. Porque lo esencial del proyecto es dejar “hablar” al edificio. “El edificio huele a humo y conserva las marcas, las cicatrices, de su pasado. Todo eso tiene un valor patrimonial”, ha explicado Reina, que se dejará intacto. Artillería seguirá siendo una fábrica, aunque ahora no para la guerra sino de cultura.
Tras las obras, se recuperarán zonas como las naves de barrenado o de Botani (donde se ubicará el corazón del proyecto, el Foro Magallanes), el Taller de Fundición (que pasará a llamarse Taller de Creación) o las Naves de Crisoles. Todos ellos serán espacios “porosos” para los transeúntes donde se realizarán actividades formativas y divulgativas, se explicó en el momento del anuncio de la licitación. Pero el “regalo final” de la recuperación de Artillería será la visita a las cubiertas, donde se instalarán, además, placas fotovoltaicas para que un 30% de la energía que se consuma sea verde.
“Cuando hay perseverancia y equipo, se puedan hacer cosas equivalentes a pocas cosas en Europa. Llegar a puerto, llegaremos”, ha apostillado el alcalde Espadas antes de comenzar la visita a los trabajos que ya sí han arrancado oficialmente en la Fábrica de Artillería y tras confirmar que se está ya trabajando “en paralelo” en la definición del modelo de gestión para cumplir con otra máxima del proyecto: que éste sea viable económicamente.