La hermana de la Congregación de las Misioneras de la Inmaculada Concepción, Juliana Bonoha, ha agradecido la ayuda brindada por el Gobierno español por la repatriación y la atención recibida en el hospital Carlos III de Madrid aunque ha asegurado que su corazón y pensamiento siguen en Monrovia, con quienes aún sufren por el ébola con pocos recursos.
"Hoy mi pensamiento y mi corazón siguen en Monrovia con aquellos que sufren ébola, que luchan sin apenas recursos", ha subrayado este lunes durante una rueda de prensa, cuatro días después de salir del hospital Carlos III donde ha permanecido en cuarentena hasta que se ha descartado que padeciera ébola. En cualquier caso, ha explicado que la decisión de volver o no a Monrovia depende de sus superiores.
Además, ha afirmado que no tiene "palabras suficientes" para expresar toda su gratitud, sobre todo, al Gobierno de Mariano Rajoy, a la sociedad española y al hospital Carlos III de Madrid, concretamente a la dirección del mismo y al personal sanitario que la ha atendido "estupendamente". Ahora, según ha señalado, se encuentra "bastante bien por el apoyo".
La religiosa ha reconocido también los esfuerzos de toda la comunidad internacional para erradicar el ébola en África y ha insistido en que la sociedad española "ha trabajado muchísimo y sigue trabajando no solo en Liberia sino en el mundo entero". "Donde hay situaciones difíciles, allí están los españoles", ha remarcado.
La hermana Bonoha también ha recordado al padre Miguel Pajares, junto al que fue repatriado desde Monrovia hace casi un mes y que falleció el pasado 12 de agosto en el hospital Carlos III de Madrid donde había sido tratado con el medicamento ZMapp, llegado de Estados Unidos.
"Era un gran padre, un misionero auténtico que amaba a todos sin distinción. Gracias a la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios por enviarnos a un santo", ha destacado.
Desde que comenzaron a contraer ébola los trabajadores del Hospital San José de Monrovia, de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios, la hermana Bonoha lo pasó "bastante mal" a pesar de que ella no contrajo el virus. Además, recuerda que ella pudo llegar a España pero "los que quedaron allí no sabían cómo acabaría aquello".
"Es un momento duro pensar que ellos están allí y yo aquí, he rezado mucho por ellos", ha precisado para añadir que sintió "mucha alegría" al enterarse de la curación de la hermana Paciencia Melgar, que fue una de las religiosas con ébola que se quedó en Monrovia. Mientras, el hermano George Combe y la hermana Chantal Pascalin fallecieron a causa del virus.
El Hospital San José de Monrovia permanece clausurado desde el pasado 1 de agosto, tras la medida del gobierno liberiano de cerrar todos los hospitales excepto el ELWA, a las afueras de la capital, donde se atienden los casos de ébola por la ONGD Médicos Sin Fronteras.
Además, el Ministerio de Sanidad de España en colaboración con la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) ha aprobado la donación para el hospital de Monrovia de un cargamento con 11 toneladas de medicación y material sanitario de protección, valorado en 155.756 euros.
Según alerta la ONGD Juan Ciudad, la epidemia en África sigue siendo "muy preocupante", ya que continúan aumentando los casos de personas infectadas, así como el número de fallecidos. Según la última información de la OMS, hay más de 3.000 casos y han fallecido a causa del ébola más de 1.500 personas.